No es Santos Cerdán, sino todo el proyecto político de Pedro Sánchez
Toda la trayectoria de Pedro Sánchez se ha visto salpicada

Madrid - Publicado el
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Pedro Sánchez se vio ayer forzado a dar, por fin, alguna explicación sobre un escándalo que ha terminado de minar la credibilidad que pudiera quedarle a su gobierno. Más que tocado, se le vio hundido. A estas alturas, resulta misión imposible imaginar de qué forma podría tener opciones de resistir hasta 2027, según anunció que está dispuesto a hacer.
Los detalles acerca de la investigación de la Guardia Civil sobre el hasta ahora número tres del PSOE, Santos Cerdán, sugieren algo mucho más grave que un caso de corrupción más. No son episodios puntuales. Evidencian un estilo corrupto de hacer política.
Toda la trayectoria de Pedro Sánchez se ha visto salpicada. El caso Cerdán pertenece a la misma trama que se llevó por delante al anterior secretario de Organización, José Luis Ábalos, o a su estrecho colaborador Koldo García. Esa trama comenzó, según apuntan las pruebas, con irregularidades en las primarias que dieron la victoria a Pedro Sánchez.
Continuó desde el gobierno con comisiones ilegales por adjudicaciones millonarias. Y ha perdurado hasta el momento presente, marcando de forma decisiva algunas decisiones y nombramientos clave de un Ejecutivo que, paradójicamente, llegó al poder haciendo bandera de la regeneración frente a la corrupción.
El asunto es demasiado grave como para pretender solucionarlo con la dimisión de Cerdán y una auditoría de las cuentas del PSOE. Pedro Sánchez articuló todo su proyecto político a base de inconfesables alianzas cuyo alcance estamos empezando a conocer. Llegados a este punto, no tiene otra opción que la convocatoria inmediata de elecciones.