Petro, todo o nada
Ya puedes escuchar la Línea Editorial de esta tarde del 14 de marzo

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Gustavo Petro obtuvo la confianza de algo más de 11 millones de colombianos en 2022. Han pasado tres años y las grandes reformas que el presidente anunció no han avanzado. Por esta razón, el presidente y el nuevo hombre fuerte de su Gobierno, el mismo que dirigió su campaña electoral, han decidido que si el Congreso no se lo pone fácil es preferible buscar el refrendo popular. El pasado martes, Petro anunció que la reforma laboral y la del sistema de salud se someterían a referéndum. Y para eso, añadió, son necesarias movilizaciones sociales de apoyo.
El mandato de Gustavo Petro concluye en 2026. Le queda poco tiempo para demostrar que su presidencia no ha sido en balde. Y parece decidido a jugársela. Necesita que la ciudadanía apoye la reforma laboral para que esta prospere. Y si sucede, podrá usarlo como aliciente para poner en marcha toda la maquinaria electoral.
Las reglas del juego son de un valor extremo porque, una vez forzadas, todo vale. Era en el Congreso donde Petro debía llegar a acuerdos. El presidente dice haberlo intentado todo, pero, gane o pierda, habrá acudido a la excepcionalidad y ninguneado al Congreso. Y eso no ayudará a un país en el que las grandes reformas, justas y necesarias, pedían prodigios de habilidad y no confrontación ideológica.



