Una operación que apesta

Los audios que hemos conocido por diferentes investigaciones periodísticas, en los que la militante del PSOE, Leire Díez, ofrecía a empresarios sentarse con la Fiscalía a cambio de pruebas contra la UCO de la Guardia Civil, son una gota más en un piélago de corrupción. Nos hemos acostumbrado a que cada día traiga su escándalo en los entornos de Ferraz y Moncloa y, como quiera que un caso termina tapando a otro, no nos acabamos de dar cuenta de lo grave que es y de las consecuencias que tiene para nuestra salud democrática que afines al partido que gobierna se dediquen a hacer el trabajo sucio para perjudicar a la UCO y que se haga en plena investigación de casos que afectan al entorno personal y político del presidente del Gobierno.

Como en este caso resulta imposible negar la realidad de los audios, la presunta fontanera socialista ha reconocido que son de ella, pero al mismo tiempo ha dado la surrealista explicación pública de que lo hizo como periodista de investigación. Por su parte, desde el Partido Socialista y el Gobierno han salido, con opinión sincronizada, a hacernos creer que no saben quién es Leire Díez. La respuesta ha sido muy insuficiente y carece de credibilidad. Tocará una vez más a los medios de comunicación y a los jueces escrutar esas cloacas, y a la oposición denunciar sin descanso el daño que provocan a nuestras instituciones.