Intervención decisiva
Sin la intervención de Juan Carlos I aquella noche, al ordenar a los partidarios de la insurrección que obedecieran a la Constitución, la historia habría sido muy diferente
Tiempo de lectura:1Actualizado17 mar 2023
Se cumplen 40 años del golpe de Estado del 23-F. En ese momento había varias operaciones en marcha para quitarle la presidencia a Suárez. Algunas de esas operaciones eran totalmente constitucionales. Otras eran claramente anticonstitucionales como la asonada de Tejero, teniente coronel de la Guardia Civil y Milán del Bosch, al mando de la región militar de Valencia. Cuando se desató el golpe militar se hizo evidente que había otra tercera operación en la que el general Armada aparecía como el salvador para presidir un Gobierno de militares y civiles. La intervención del rey emérito, Juan Carlos I, fue decisiva para que no triunfara ni el golpe militar ni la pretensión de Armada. Ni Armada, ni Milans, ni Tejero pudieron contar con el respaldo del Rey ni antes ni después del asalto al Congreso.
En los últimos años hay quien ha querido poner en cuestión el papel del rey emérito en aquellos acontecimientos. Es pura ficción. Sin la intervención de Juan Carlos I aquella noche, al ordenar a los partidarios de la insurrección que obedecieran a la Constitución, la historia habría sido muy diferente. Decenas de mandos militares se pusieron del lado de la democracia porque el Rey les ordenó que lo hicieran. A cada uno lo suyo, y es de justicia reconocer la aportación que hizo el monarca para que la transición de la dictadura a la democracia se cerrara con éxito. Algo que no podía darse por descontado.
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