Que calle la voz de las armas
León XIV ha pedido que paren los conflictos que sacuden al mundo y que afectan, especialmente, a los niños y a quienes buscan esperanza y futuro

Madrid - Publicado el
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Nos hemos acostumbrado a que la voz de los papas sea una de las pocas que se alza con autoridad en un mundo devastado por los conflictos y las guerras de diversa condición. El papa Francisco denunció muchas veces la situación e incluso dijo que estábamos librando una Tercera Guerra Mundial a plazos.
El papa León XIV quiso, desde sus primeras palabras en el balcón de San Pedro, que su pontificado tuviera la huella de la paz, ofreciendo al mundo la paz de Cristo Resucitado. Tras el Ángelus de este domingo, el papa Prevost ha lanzado un enérgico llamamiento para que calle la voz de las armas y se alce la voz de la fraternidad.
Con la mirada puesta particularmente en la martirizada Ucrania, pero llevando en el corazón también a tantos lugares que se siguen desangrando, León XIV ha pedido que paren los conflictos que sacuden al mundo y que afectan, especialmente, a los niños y a quienes buscan esperanza y futuro. Como nos ha dicho el papa, cada uno de nosotros puede hacer algo, por poco que sea.
Es fundamental que sigamos rezando por nuestros hermanos devastados por la guerra y es importante no mirar para otro lado ni ceder a la indiferencia para seguir exigiendo, con firmeza, a los responsables que dejen de sembrar destrucción, que renuncien a la lógica de las armas y emprendan el camino la negociación y la paz, con el apoyo de la comunidad internacional. La guerra siempre es una derrota y no podemos acostumbrarnos a ella, por sutiles que sean las tentaciones de las armas poderosas y sofisticadas, que nos llevan al abismo. En palabras de León XIV, la voz de las armas debe callar para dejar paso a la voz de la fraternidad y de la justicia.