Ambicioso discurso del Rey
"Frente al interés inmediato o las fórmulas divisivas de otros, don Felipe supo aprovechar su intervención con solidez, madurez y responsabilidad"

Escucha la línea editorial de la mañana del jueves 25 de septiembre de 2025
Madrid - Publicado el
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El Rey Felipe VI tomó la palabra este martes en la segunda jornada de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En su discurso, el jefe del Estado defendió con firmeza el multilateralismo y destacó la importancia presente y futura de la ONU. Tras la encendida intervención de Donald Trump del martes, las palabras de don Felipe sonaron como un bálsamo de cordura y reforzaron su liderazgo en uno de los foros más relevantes de la escena internacional. Nuestro monarca no rehuyó ninguno de los grandes desafíos globales y se expresó con total claridad sobre la situación en Gaza. Condenó sin fisuras el ataque terrorista del siete de octubre y exigió la liberación inmediata de los rehenes secuestrados por Hamás. Especialmente claro fue con Benjamín Netanyahu, a quien exigió el fin de la masacre en Gaza y afirmó que se trata de actos aberrantes que repugnan a la conciencia humana.
La contundencia y ambición de su mensaje cobran especial relevancia en un momento en el que Europa está llamada a sostener sus principios y valores. El Rey dedicó parte de su intervención a la necesidad de frenar el cambio climático, subrayó la importancia de planificar la inmigración de forma ordenada y recordó que los derechos de las personas migrantes deben ser la referencia de toda acción política. En un tiempo de liderazgos frágiles en Occidente y con un prestigio menguante en nuestra clase política, las palabras del rey marcan una pauta segura e integradora. Frente al interés inmediato o las fórmulas divisivas de otros, don Felipe supo aprovechar su intervención con solidez, madurez y responsabilidad.