El hombre acusado de aterrorizar a la localidad noruega de Kongsbergen octubre de 2021 disparando flechas con un arco ha reconocido este miércoles que mató a sus cinco víctimas apuñalándolas hasta la muerte.

A pesar de que entonces la atención mediática recayó en el arco que portaba, las cinco personas que fallecieron y las trece que resultaron heridas sufrieron heridas por arma blanca. La mayoría de las víctimas mortales fueron asesinadas en sus propias casas.

"Tuve la idea de que tenía que matar para renacer en un buen lugar", ha señalado esta persona en el juicio, según ha informado la agencia NTBnews. La acusación pide para él que sea internado en un centro psiquiátrico.

Según los expertos, el imputado padece esquizofrenia paranoide desde 2007 y sufrió un brote en el momento del ataque, por lo que debe ser considerado 'non compos mentis' (sin posesión de sus facultades mentales), tal y como ha explicado la acusación.

El ataque tuvo lugar a mediados de octubre de 2021 en la localidad de Kongsberg, en el sur de Noruega y fue presuntamente perpetrado por esta persona, que por entonces tenía 37 años. Viejo conocido de la Policía, había sido condenado en anteriores ocasiones por delitos menores y se le había impuesto en 2020 una orden de alejamiento después de amenazar a un familiar. A su vez, había sido identificado como converso al Islam en riesgo de posible radicalización.