El diplomático ruso Alexander Darchiev, director del Departamento para Norteamérica del Ministerio de Exteriores, ha admitido por vez primera contactos con Estados Unidos para intercambiar a Viktor Bout, condenado en EEUU por tráfico de armas, por la jugadora de baloncesto Brittney Griner, condenada en Rusia por posesión y tráfico de drogas, antes de mostrar cierto optimismo por el desarrollo de las negociaciones.

En una entrevista con la agencia rusa Tass, el medio pregunta explícitamente a Darchiev sobre la situación de Bout y Griner, así como del exmarine estadounidense Paul Whelan, también condenado en Rusia, aunque por cargos de espionaje.

"Estamos teniendo en cuenta a toda esta gente que están ustedes nombrando", responde Darchiev a la cuestión. "Rusia lleva persiguiendo la liberación de Viktor Bout durante mucho tiempo, pero debemos dejar los detalles a los profesionales, que actúan bajo el principio de 'no hacer daño'", explica.

Desde hace semanas Rusia ha mantenido silencio sobre los detalles de estos posibles intercambios y ha recriminado en su lugar a Estados Unidos lo que describió como una "política de megáfonos" al comentar en público sobre el estado de las negociaciones, en un momento en que las relaciones entre ambos países atraviesan mínimos históricos por la guerra en Ucrania.

Darchiev ha recordado no obstante que "las conversaciones se refieren a un tema muy sensible a través de los canales que han elegido nuestros respectivos presidentes" en lo que describió una vez más como "una diplomacia silenciosa que sigue en marcha y que arrojará frutos si, desde luego, Washington se abstiene de caer en la propaganda".

Otras fuentes rusas bajo el anonimato consultadas por Bloomberg mencionan nombres adicionales en futuros intercambios como el exagente ruso Vadim Krasikov, condenado en Alemania por asesinato en 2021 o Vladislav Klyushin, un individuo próximo al Kremlin extraditado desde Suiza a Estados Unidos por cargos de abuso de información privilegiada.

Este último tiene una gran importancia para Rusia al contar con información sobre el asalto informático a los servidores del Partido Demócrata durante las elecciones presidenciales de 2016, de nuevo según fuentes cercanas al Kremlin.