La Alianza Atlántica ha incluido por primera vez en su Concepto Estratégico a la región del Sahel como una zona que "afecta directamente" a la seguridad de la OTAN y de todos sus aliados, según se ha aprobado este miércoles en la cumbre de Madrid.

Tal y como pedía España, el documento que guiará la estrategia de la Alianza en los próximos diez años, incluye que el Sahel sea considerada, junto con Oriente Medio y el norte de África, como fuente de "conflicto, fragilidad e inestabilidad" y terreno fértil para "la proliferación de grupos armados, incluidas organizaciones terroristas".

Estas regiones y su situación, añade el documento, "también dan pie a interferencias desestabilizadoras y coercitivas por parte de competidores estratégicos". Como otro punto de su análisis estratégico del entorno, la OTAN advierte de que la inestabilidad permanente puede provocar violencia contra los civiles, ataques contra el patrimonio cultural y daños medioambientales, además de promover las migraciones forzadas y el tráfico de personas.

La OTAN también se reafirma en que su propósito es asegurar la defensa colectiva "basada en una visión de 360 grados", como igualmente solicitaba el Gobierno español para destacar la importancia de que la Alianza preste también atención al flanco sur.