El presidente electo, Joe Biden, no podrá trasladar un objeto que le permite mantenerse en forma: su bicicleta estática. De este modo, tendrá que renunciar a una bicicleta que tiene un precio inicial muy elevado. Este instrumento permitía a Biden pedalear y le permitía el acceso a miles de clases, además de una pantalla incorporada con cámara, micro y conexión a internet.

Ahora, y por seguridad, deberá dejarla aparcada. Un experto estadounidense explicaba así esta medida. "Debido a que estás conectado a Internet, a pesar de que hay cortafuegos y software de detección de intrusos, esas cosas se pueden conseguir si eres realmente bueno y hábil", aseguraba el Doctor Max Kilger, director del Programa de Análisis de Datos y Profesor asociado en la Universidad de Texas.

El micrófono y la cámara de esta bicicleta son controlados por el software y sistema operativo del dispositivo conectado. Si un hacker hallase la forma de infectar la bicicleta de Biden es muy probable que robasen toda la información sensible. Algo que podría ser muy peligroso, pues estamos hablando del presidente electo estadounidense.

La solución perfecta para Biden es localizar una bicicleta más sencilla o instalar una bicicleta en el área especial del gimnasio para que esté separada del resto de la red de la Casa Blanca. Veremos cuál será la alternativa elegida por el presidente para mantenerse en forma en su nueva residencia.

El club Mar-a-Lago, en Palm Beach y propiedad de Donald Trump, ha recibido camiones de mudanza, en lo que aparenta ser la antesala de la previsible mudanza del presidente saliente de Estados Unidos al sur de Florida.

Medios locales de Palm Beach publicaron este lunes imágenes con camiones de mudanza de la compañía JK Moving Services aparcados en la fachada de la residencia de invierno del futuro expresidente, quien durante su mandato bautizó a esta edificación de cara al Atlántico como la "Casa Blanca de invierno".

Según el diario local Palm Beach Post, a lo largo del lunes fueron vistos operarios extrayendo cajas de los camiones para llevarlas al interior de la propiedad, a la que se espera el presidente llegue la mañana del miércoles.

Por tanto, cada día está más cerca la salida de Trump y la entrada de Biden con todo lo que ello supone.