El 85 por ciento de los españoles creen que finalmente Rusia ganará la guerra, pero la gran mayoría está a favor de que Europa siga apoyado a Ucrania, revela una encuesta del Real Instituto Elcano.

Realizada conjuntamente con la Asociación Diálogo, de amistad Hispano-Francesa, la encuesta España-Francia, miradas cruzadas ante los retos europeos indaga sobre las actitudes de ambos países ante la UE, con especial atención a la reacción ante la guerra en Ucrania.

El estudio, realizado el pasado mes de julio con 1.001 entrevistas a españoles y otras tantas a franceses, analiza las imágenes respectivas y las valoraciones mutuas de ambos países.

Entre los resultados del estudio, cabe destacar que los ciudadanos ambos países comparten la simpatía por la causa de Ucrania (el 85 % en España y el 76% en Francia) y apoyan la implicación europea en esta guerra.

Pese a estar muy divididos respecto al horizonte temporal del apoyo militar a Ucrania, en conjunto, más de dos tercios de los españoles (68%) y casi dos tercios de los franceses (63%) apoyan que Europa siga enviando ayuda militar.

Frente al 85 por ciento de españoles que cree que finalmente Rusia ganará la guerra, la opinión francesa está dividida casi a la mitad en el pronóstico sobre el ganador, pese a lo que ambas sociedades están a favor que Europa siga apoyando a Ucrania.

La guerra en Ucrania es vista como el principal problema de la UE por franceses y españoles, pero de un modo diferente: para los españoles este conflicto parece eclipsar a cualquier otro, mientras que los franceses reparten su atención entre diferentes desafíos.

Así, en Francia el cambio climático es casi tan importante como la guerra, con un 65 por ciento que considera que debe ser objetivo prioritario de la UE, frente a un 46% de españoles.

Además, el estudio revela que, pese a la preocupación por la guerra en Ucrania, los españoles valoran mucho menos que los franceses la inversión europea en defensa y armamento.

Como segundo objetivo de la UE, los franceses escogen evitar la llegada de inmigración irregular, mientras que los españoles se decantan por la ayuda al desarrollo.

También las posiciones de franceses y españoles sobre la inmigración y el refugio son muy diferentes, con los españoles en actitudes de mayor aceptación tanto de la inmigración económica (se preguntaba por la procedente de África) como del asilo (el originario de Oriente Próximo).

En ambos países la actitud hacia los refugiados ucranianos es mayoritariamente acogedora, pero esa actitud está más extendida en España.