Fuertes explosiones sacudieron la capital ucraniana por tercera noche consecutiva como consecuencia de un nuevo ataque ruso, el tercero en las últimas 24 horas, con 20 drones kamikaze que provocaron la muerte de al menos una persona, según ha informado el alcalde de Kiev, Vitalii Klychko, en sus redes sociales.

Todos los drones fueron derribados una vez más por las defensas antiaéreas ucranianas, según el parte de la Administración Militar regional, pero los restos de algunos de los aparatos no tripulados cayeron tras la interceptación sobre zonas residenciales, provocando daños en viviendas y en vehículos particulares.

Según el alcalde Klychko, cuatro personas resultaron heridas y han sido hospitalizadas y 20 vecinos de un bloque de viviendas de una de las zonas de la capital afectadas fueron evacuadas tras provocar los restos de un dron, un incendio en el edificio.

Rusia acusa a Ucrania de ataque terrorista

Rusia acusa directamente a Ucrania del ataque con drones a Moscú, que califica de "ataque terrorista" y asegura que los ocho aparatos no tripulados lanzados contra la capital rusa han sido abatidos por las defensas antiaéreas.

En el ataque han sido empleados ocho drones de ala fija, todos los cuales fueron derribados, según ha señalado el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado publicado en sus redes. Según los militares rusos, tres de esos aparatos no tripulados fueron inutilizados con medios de lucha radioelectrónica.

Los otros cinco drones, añade el parte, fueron derribados con sistemas de misiles y artillería antiaérea Pantsir-C en la provincia de Moscú.

Según el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, el ataque ha causado "daños menores" en varios edificios, sin que se hubieran producido heridos graves. Dos personas recibieron atención médica de manera ambulatoria.

En el ataque de hoy es el más grave contra Moscú desde el de la noche del 2 de mayo contra el Kremlin, también con drones, y que Rusia también atribuyó directamente a Ucrania.