Un niño que vive en la Ile de la Cité, la isla sobre la que se levanta la catedral de Notre-Dame, presenta una tasa de plomo en la sangre superior al límite permitido, lo que ha llevado a la Agencia Regional de Sanidad de Ile-de France, a pedir que se realicen análisis las mujeres embarazadas y los niños menores de siete años que forman parte del millar de habitantes de este prestigioso barrio parisino. 

El niño estuvo expuesto a la contaminación de plomo que se registró con el incendio de la catedral y la fundición del plomo que cubría el tejado y la flecha del edificio. Pero la Agencia, que controla la evolución de esta contaminación extraordinaria, ha lanzado una investigación medioambiental para identificar las causas de esta contaminación en el niño y « verificar que no se debe a otras razones » distintas de aquel espectacular incendio, ocurrido el 15 de abril.

Como el niño presenta un nivel superior a los 50 microgramos de plomo por cada litro de sangre, deben asegurarse que "los factores de exposición han desaparecido", y si existe otras zonas en las que el niño haya podido contaminarse por otras razones. La Agencia insiste en un comunicado en que supervisan el estado de salud del niño, aunque eso no implique que necesite « ningún tratamiento terapéutico particular ». 

Por principio de precaución, han decidido pedir a las familias con niños menores de siete años y a las mujeres que estén embarazada y vivan en la zona, que consulten a su médico generalista para que les recete un análisis sobre el nivel de plomo en la sangre. Si no, para todos aquellos que lo deseen, el hospital Hôtel-Dieu, situado en la misma plaza que la catedral, va a realizar análisis a quien lo solicite.

La Agencia Regional de Sanidad ha procedido en paralelo a tomar muestras en las viviendas cercanas a la catedral para asegurarse de que se han seguido las consignas de limpiar bien el polvo y van a informarles individualmente a lo largo de la semana de los resultados. 

Los análisis que realiza de forma metódica el laboratorio de la prefectura de la policía, vienen mostrando que no existe riesgo de contaminación asociado a la calidad del aire, aunque sí se habían observado en el suelo, lo que llevó a cerrar al público la zona en torno a la catedral, que todavía no ha sido descontaminada.