La Fuerza Aérea de Chile (FACH) ha declarado este lunes como "siniestrado" el avión Hércules C-130 con el que se había perdido la comunicación a las 18.13 horas de la tarde (hora local), el cual había despegado desde la ciudad austral de Punta Arenas rumbo a la Antártida con 38 personas a bordo.

La aeronave estaba formada por 17 tripulantes y 21 pasajeros y "cumplía tareas de apoyo logístico, trasladando personal para la revisión del oleoducto flotante" y para el mantenimiento de las instalaciones que el país cuenta en la zona de la Antártida.

Ocho aviones y cuatro buques han estado participando en la búsqueda del avión, cuyo último contacto se tuvo a mitad de camino entre Punta Areanas, la capital de la región de Magallanes y la Antártida. La FACH ha informado de que la búsqueda se está realizando en un radio de 60 millas desde el último punto de contacto con la aeronave.

El general Eduardo Mosqueira de la Cuarta Brigada Aérea ha detallado que tras darse la alerta, dos cazas F5 fueron enviados "para hacer un reconocimiento de la zona". En ese sentido, ha añadido que durante las siguientes horas se sumarán diferentes tipos de aviones con un "sistema de radar para hacer búsquedas en la superficie", así como otras aeronaves de la aviación uruguaya.

Por otro lado, cuatro buques han sido desplegados a la zona, en caso de poder avistar las dos lanchas con las que contaba la nave en caso de que haya podido amerizar. Pese a todo, y tras más de siete horas desde que se perdiera contacto con el avión, la FACH ha declarado la nave como "siniestrada", tal y como ha recogido en sus páginas el diario local 'La Tercera'.

Pasada la medianoche del lunes al martes, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha llegado a la base Aérea de Cerrillos para seguir la búsqueda junto al ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y el ministro de Defensa, Alberto Espina, quien ya se encontraba en las instalaciones desde primera hora de la noche.