Los contagios en todo el mundo ya comienzan a mostrar una clara estabilización. Con ciertos repuntes, en muchos casos poco significativos, hay quienes ya consideran que gran parte del mundo está comenzando a alcanzar el pico de contagios de la variante ómicron, que desde su aparición no ha hecho más que dar una vuelta completa a la forma en la que concebíamos la pandemia.

No obstante, cuando parece que podríamos estar relativamente cerca de sublevar a esta última variante, varios estudios en todo el mundo han confirmado en hasta 35 países la presencia de BA.2, un sublinaje de la variante ómicron. En muchos casos se la denomina "sigilosa", ya que es realmente complicado detectarla mediante los test de antígenos e incluso las PCR.

La BA.2, que ya ha comenzado a detectarse, podría suponer un nuevo revés en la lucha contra el coronavirus. Aún bajo estudio, los primeros casos de este sublinaje fueron detectados en China, pero India ha sido el país donde más casos se han confirmado. En Europa preocupa especialmente su presencia en Dinamarca, donde está presente entre el 35% y el 45% de los contagios diarios. No obstante, también se ha identificado ya en países como Suecia, Noruega, India, Reino Unido, Grecia, Filipinas e incluso Estados Unidos.

Es más, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya ha adelantado que incluso se ha llegado a conocer la presencia de la BA.3, identificada recientemente, pero piden tranquilidad, ya que este proceso de "mutación múltiple" es normal y forma parte de la evolución de cualquier virus.

¿Por qué se la denomina "sigilosa"?

Los científicos de todo el mundo trabajan día a día para conocer más sobre este sublinaje de ómicron. Por ahora, no hay indicios de que pueda ser más transmisible de la variante sudafricana o que pueda tener efectos más letales. Lo que sí se sabe es que es más difícil detectarla bajo las pruebas de antígenos o las PCR, y sus síntomas son los mismos que los descubiertos hasta ahora con la variante ómicron.

Este es, por ahora, el mayor descubrimiento sobre BA.2 y que debería comenzar a preocupar: a la espera de conocer sus efectos sobre el organismo, su transmisibilidad o su letalidad, hay estudios que demuestran que su presencia en el cuerpo humano podría ser una consecuencia de los conocidos como falsos negativos. Hay quienes, no obstante, sugieren que esta subvariante podría ser incluso más contagiosa que la variante original, pero recuerdan que aún es pronto para extraer conclusiones de la misma.

En cualquier caso, los expertos recuerdan que los próximos días van ser clave, ya que hay muchos casos leves o incluso asintomáticos como una respuesta directa a las vacunas, para conocer el alcance de este sublinaje de ómicron. Será así el momento de conocer si finalmente el mundo se enfrenta, una vez más, a una nueva amenaza de la covid-19 o si, por el contrario, podría seguir la línea de las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud y significar que ómicron podría suponer el final de la pandemia.