La sorpresa de una madre cuando abre el ataúd de su hija: "Vamos a iniciar acciones legales"
La madre de esta joven tuvo que pasar esta desagradable experiencia poco después de la muerte de su hija

La sorpresa de una madre cuando abre el ataúd de su hija: "Vamos a iniciar acciones legales"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tener que enterrar a sus hijos es la mayor pesadilla a la que se puede enfrentar un padre o una madre. Mucho más aún cuando se trata de unas jóvenes de apenas 21 años, una edad en la que apenas estás empezando en la vida y nadie espera que pueda llegar tu final.
Por eso, la historia de Candela Bonaldi y Eliana Benítez, dos chicas de 21 años muertas en un accidente de tráfico, ha conmocionado a la ciudad argentina de Córdoba, una de las más importantes del país. Además de las dos jóvenes, otras tres personas resultaron gravemente heridas.
El grave error de la funeraria
Al dolor de esas dos familias se ha sumado el infligido por la funeraria encargada de tratar los cuerpos de las dos jóvenes. La misma empresa fue la encargada de organizar el velorio de las dos jóvenes, que fueron homenajeadas en el mismo lugar, aunque a distintas horas. Después, cada una de ellas sería trasladada a un cementerio diferente de la ciudad cordobesa.
"En la morgue me dijeron que el cuerpo de mi hermana estaba bien y que íbamos a poder velarla a cajón abierto", ha explicado Nadia, hermana de Eliana, al digital Vía Córdoba. Sin embargo, pocas horas más tarde, la propia funeraria volvió a ponerse en contacto con la familia de la fallecida para contarles que el cadáver de la joven "estaba muy golpeado y que sugerían que el velatorio fuera a cajón cerrado".
La sorpresa de la familia llegó cuando los familiares de Eliana se acercaron al velorio de Candela a mostrarle sus condolencias por la trágica muerte. En ese momento, la madre de la joven se dio cuenta de que la persona que estaba en el ataúd no se parecía a su pobre hija: "La madre de Candela nos pregunta si Eliana usaba anillos. Ellos no habían podido ver el cuerpo. Pero abrieron el cajón, le tocaron la mano y vieron los anillos. Candela tenía un tatuaje en uno de sus brazos que la madre no le vio, y tampoco usaba anillos", explicaba Nadia Benítez.
Las dos familias ya han anunciado que denunciarán a la empresa funeraria por el error cometido. "Ahora estamos en un momento en el que, lo único que importa, es el dolor que nos generó esto. Pero cuando todo se acomode vamos a iniciar acciones legales. No queremos que esto se vuelva a repetir", aseguraba una de las familiares.