Las especulaciones sobre una remodelación del Gobierno se desbocaban en estas últimas horas en medio del mar de fondo existente ante la necesidad de un cambio de pantalla de calado tras la concesión de los indultos prevista para finales de este mismo junio o principios de julio. Para pasar esa página, descontado, necesitará Pedro Sánchez un Gabinete con menos abolladuras.

“El Presidente no ha dado traslado de intenciones a ese respecto”, incidían a la Cadena COPE estrechos colaboradores desde el Palacio de La Moncloa, eludiendo en todo momento negar la posibilidad de cambios gubernamentales. No serán, al menos, en el corto plazo aunque sí a medio. “No está en el horizonte cercano”, incidían en el equipo de Pedro Sánchez. Las miradas de sus cercanos apenas dejan resquicio a la duda y siguen puestas en una amplia reestructuración del Gabinete siempre antes del 40º Congreso Federal del PSOE de mediados de octubre donde la Ejecutiva será removida con una nueva composición de alcance.

Con ese escenario en mente, la propagación de la rumorología forzó a la Secretaría de Estado de Comunicación a salir al paso con un comunicado explicitando la hoja de ruta del presidente del Gobierno. A saber, “está centrado en la salida de la pandemia, en la superación de la crisis económica y la agenda del reencuentro con Cataluña”. La vacunación, añadía la nota, “es la gran prioridad en este momento y será la que permita una rápida recuperación de nuestro país”. Inmunidad y el visto bueno definitivo “en los próximos días” al plan de recuperación.

Según esas fuentes oficiales, esos son “los ejes principales” en los que “está volcado” Sánchez y sus ministros y “no en rumores o comentarios, que sólo el Presidente podría confirmar”. La SEC buscó frenar en seco la guerra de nervios desatada en los departamentos y recordó las generales de la ley. “El jefe del Ejecutivo tiene en exclusiva la prerrogativa y la iniciativa para formar o modificar su gabinete, sin que un extremo así pueda ser comunicado por otra vía que no sea el propio presidente en el tiempo y forma que determine”.

Siendo esto así, la crisis, cuando llegue, promete ser de envergadura con caras nuevas en varios ministerios y probablemente dirigida a adelgazar una estructura que ahora mismo cuenta con 22 titulares. Pero todos los mensajes apuntan, en estos momentos, a que la cuenta atrás para mover el banquillo que otorgue un impulso al Ejecutivo aún está por llegar.