La gente que lidera y participa en este tipo de desordenes, sabotajes y hasta agresiones criminales en toda regla tienen procedencias distintas, según las primeras impresiones que recogemos de miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Uno de esos efectivos destacados en Cataluña estos dias habla a COPE de una auténtica argamasa formada por CDR violentos (controlados por la CUP o Arran), jóvenes de Junts per Cataluña y de Esquerra Republicana cabreados con las direcciones de sus respectivas formaciones y que quieren más caña, y comunistas revolucionarios antisistema o anarquistas. Este último frente siempre ha sido especialmente relevante en Barcelona. También se detecta a gente que simplemente tiene ganas de jaleo.

Los servicios de informacion trabajan en la detección de posibles elementos venidos de fuera de nuestras fornteras. Una ciudad como Barcelona, con maxima proyeccion mundial, se convierte en foco de atracción inmediata de ese tipo de saboteadores una vez trascienden imágenes tan impactantes como las que se están proyectando desde cataluña esta semana. De hecho, creen nuestras fuentes, que en estos grupos hay mucha gente que ha recibido formación en guerilla urbana, en las técnicas de blak bloq (bloque negro).

Varios de estos movimientos estan conectados con grupos similares en Italia o grecia y reciben esa instrucción en tácticas de lucha callejera. Por lo que se refiere a la gente que hay estos días en la calle no se pude decir ni mucho menos que todo es CDR. Además, en ese frente, de los 390 CDR que hay fichados, apenas una treintena son considerados más contundentes o con elementos violentos entre sus integrantes.

Es una violencia organziada y planificada, donde cada uno sabe la zona que tiene que golpear y en que momento. Un manual de referencia es el de los anarquistas antisistema de Black bloq. Muchas de las secuencias que vimos ayer siguen esa pautas de comportamiento: ir provistos de palancas para levantar losetas de la calle y lanzarlas a los policías.

A esto se une el impulso politico. La orden de “apretar” que dio el president Torra a los CDR legitimaba a estos bestias con un plus añadido de impunidad. Para colmo el útimo movimiento social que ha creado el independentismo, Tsunami demcratic, ofrece unas garantias de coinfidencialidad y diuscreción que aseguran a los autores de estas acciones de cara a futuras resposnabilidades penales. O eso creen ellos. Se ha creado una app propia del movimiento a la que se accede con clave personal, de forma restringida.