Unos 400 manifestantes violentos mantienen el pulso con la policía en las calles del centro de Barcelona, según ha informado los Mossos d'Esquadra, que siguen actuando para dispersar a estos pequeños grupos y mantener la normalidad.
Tras las manifestaciones de esta tarde, el Eixample derecho de Barcelona se ha transformando en el escenario de una batalla campal entre agentes de seguridad y grupos violentos, que han quemado mobiliario urbano, construido barricadas y prendido hogueras.
Los manifestantes más violentos han subido por paseo de Gràcia rompiendo escaparates y quemando contenedores de basura, cartones e incluso motocicletas.
Las furgonetas de los Mossos d'Esquadra han recorrido la avenida a gran velocidad para dispersar a los manifestantes y en varias ocasiones los agentes han descendido de los vehículos y han actuado contra los autores de los actos vandálicos.
Uno de los enfrentamientos más fuertes han tenido lugar en los Jardinets de Gracia, donde han ardido barricadas y los agentes han utilizado sus defensas para dispersar a los jóvenes encapuchados.