El dueño de un bar de la localidad zaragozana de Fuentes de Ebro ha sido detenido por tráfico de drogas y por tener a su “camello” sin contrato de trabajo. El propietario del establecimiento es un español de 47 años; su empleado, también detenido por participar en la venta de drogas, es un colombiano de 25 años.

Con los hechos que se le imputan, la sanción de la Inspección de Trabajo no es la ilegalidad más preocupante a la que se enfrenta el dueño del bar. Pero sí que tendrá que responder también por ella. Tener a un trabajador sin contrato y sin alta en la Seguridad Social es una sanción grave que conlleva importantes sanciones, además del pago forzoso, y con recargo, de las cotizaciones atrasadas y, en su caso, también de las diferencias salariales a que pudiera tener derecho el empleado.

En este caso, además, ese camarero que cobraba “en negro” tenía entre sus cometidos no solo la hostelería sino también la venta de drogas al por menor.

Empleado y empleador han sido detenidos por la Guardia Civil y, tras tomarlos declaración, el juez los ha mandado a la cárcel de Zuera (Zaragoza) acusados ambos de un delito de tráfico de drogas. Mientras tanto, la Inspección de Trabajo tramita en paralelo el expediente de sanción porque el trabajador, que compaginaba las funciones de camarero y de “camello”, no tenía contrato ni su jefe cotizaba por él a la Seguridad Social. De hecho, cuando los agentes de la Guardia Civil acudieron a registrar el local, lo hicieron acompañados por una inspectora de Trabajo.

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