Raúl Fernández, sobrino de José Luis Moreno, ha asegurado al juez del caso Titella que vio tres o cuatro capítulos de la serie sobre Francisco de Asís junto al socio argentino de su tío, Alejandro Roemmers, que puso 35 millones de euros para esta producción, con lo que trataría de rebatir que fuese una estafa.

A preguntas del magistrado de la Audiencia Nacional y del fiscal Marcelo Azcárraga, este investigado, que también ha negado haber emitido facturas falsas en relación al rodaje de la serie, titulada "Glow and Darkness" (Resplandor y Tinieblas), ha confirmado que si bien estaba sin concluir existían 1.200 o 1.400 horas de grabación y que, de hecho, Roemmers visionó un día junto a él y su tío 3 o 4 capítulos.

Respecto a si había participado en otras series de tan elevado presupuesto, el sobrino del famoso ventrílocuo ha reconocido que era la primera vez, si bien ha subrayado que teniendo en cuenta que ésta iba a constar de muchos capítulos, actores de proyección internacional y localizaciones en distintos países, "eso encarece", han informado a Efe fuentes jurídicas presentes en la declaración.

Durante su comparecencia, Raúl Fernández ha explicado que el figuraba en Dreamlight, empresa en la que estaban asociados Roemmers y Moreno para la producción de la serie, como administrador mancomunado por la parte de su tío junto a Joseph Francis Fay, quien representaría los intereses del argentino.

A preguntas del fiscal ha negado haber emitido facturas falsas y ha explicado que los pagos a Dreamlight se pasaban a una gestoría en Marbella y cuando allí lo autorizaban se daba la orden al banco.

Esta gestoría, ha añadido, fue contratada por Franciscus Productions, que pertenece a Roemmers, y estaría relacionada con Fay.

Según el sobrino de Moreno, era por tanto la que llevaba el tema de impuestos y la situación financiera de Dreamlight y la que se encargaba de revisar que todo estuviera correcto.

El magistrado interrogó también el lunes a otros dos investigados: Sandra María V. y José Luis G., que se desmarcaron de cualquier acusación.

La primera, que fue empleada de un investigado a quien la Policía ubica en el liderazgo de una organización dedicada al narcotráfico, justificó que únicamente realizó servicios de administración para este imputado, Carlos B., en una empresa dedicada a la importación de plátanos de Ecuador.

El segundo, José Luis G., a quien los investigadores asocian con el presunto blanqueo de la citada organización, indicó que contactó con Carlos B. para ofrecerle invertir en su negocio de reciclado de cobre, pero finalmente no se llegó a un acuerdo, explican las fuentes.

El juez seguirá tomando declaración a más investigados el lunes y martes de la próxima semana.