Salvador Illa deberá dejar Madrid y renunciar al Ministerio de Sanidad. Aun cuando su nombre siempre apareció en las quinielas como candidato del PSC a la Generalidad de Cataluña, había logrado apartar ese encargo de su camino. Hasta ahora. La presión de Pedro Sánchez para que aceptase la encomienda se redobló estos últimos días, según ha podido saber la Cadena COPE de fuentes de toda solvencia. Con un excelente cartel en las filas socialistas, Illa se ha visto finalmente forzado a asumir con enormes dosis de resignación, su cambio de escenario político.

La lucha contra la pandemia había sido el asidero de Salvador Illa ante el propio presidente del Gobierno para mantener la cartera ministerial, siempre según las mismas fuentes. El argumento ha perdido consistencia ante la llegada de la vacuna contra el coronavirus a España que, a priori, representa, como gustan repetir en el Palacio de La Moncloa, “la luz al final del túnel”. Sánchez ha visto la oportunidad de reclamarle el sacrificio, respaldado además por las encuestas en manos de su jefe de Gabinete, Iván Redondo. La estrategia pasa por consolidar el PSC y, si fuese capaz de acaparar votos de izquierdas que en su tiempo se decantaron por CS, quizá soñar con la segunda posición electoral, tras ERC, el próximo 14 de febrero.

La intervención de Pedro Sánchez en el PSC, un partido hermano, ha desconcertado a muchos. De hecho, la evolución de los acontecimientos ha sido inusitada y propiciada justo en el día en el que los socialistas catalanes celebraban su Consell Nacional de cara a la cita con las urnas. Un buen número de sus miembros fueron pillados a contrapié ante la renuncia “voluntaria” a repetir como cabeza de lista de Miquel Iceta, ahora él mismo a la espera de un desembarco en Madrid como ministro. Suena para ocupar Política Territorial que le cedería Carolina Darias para, a su vez, hacerse con las riendas de Sanidad. Porque Illa, descontado, renunciará al puesto.

El movimiento de fichas deja la incógnita de si Sánchez aprovechará para emprender una remodelación de Gobierno de mayor calado. Hay en el entorno presidencial quienes propugnan tirar de la ocasión para dar un fuerte impulso político. A la espera de concreciones, cabe anticipar el nerviosismo de Pablo Iglesias que creía ahuyentadas todas las especulaciones que hablaban de una futurible crisis ministerial, incluso para poner paz en el seno de la coalición.