La Agrupación Local de Izquierda Unida y CHA de Cadrete denunció este martes que la primera acción realizada por el nuevo equipo de Gobierno municipal de Cadrete haya sido retirar el busto de Abderraman III, el califa cordobés que mandó construir el castillo de la localidad para preparar el asedio a Zaragoza. 

La escultura, que se situaba en la plaza Aragón del municipio zaragozano y fue realizada por el escultor turolense Nando Ortiz, fue retirada por orden el concejal de Vox y primer teniente de alcalde, Jesús García Royo, según denuncian CHA e IU en sendas notas de prensa. La nueva alcaldesa del municipio es María Ángeles Campillo, del PP.  CHA Cadrete considera que esta acción es una muestra de la "intolerancia y negación" de la historia que va a llevar Vox a partir de ahora en el municipio.

Pero, ¿quién fue Abderraman III? El califa, descendiente de una de las familias más importantes en la historia del islam, vivió setenta años y reinó cincuenta de una manera poderosa e implacable. Fundó la ciudad palatina de Medina Azahara, cuya fastuosidad aún es proverbial, y condujo al emirato cordobés al esplendor califal. Bajo su reinado, Córdoba se convierte en la ciudad más importante de Europa y dedicó gran parte de su reinado a acabar de someter el territorio del emirato, desgarrado por numerosas rebeliones, mediante una mezcla de persuasión, prebendas y fuerza. 

Derrotado en la batalla de Simancas por Ramiro II de León (939), fue incapaz de reducir a los reinos cristianos del norte de España. A su muerte dejó por legado un poderoso califato, uno de los Estados más poderosos del Occidente europeo, que, sin embargo, se derrumbó en poco más de medio siglo. Su cuerpo fue trasladado al Alcázar de Córdoba, donde fue enterrado, como todos los emires y luego los califas omeyas. Le sucedió su hijo Alhakén II.

Abderramán III es una figura clave en la historia de Cadrete. Mandó construir el castillo de Cadrete en el siglo X con el fin de preparar el asedio a Zaragoza, por aquel entonces controlada por la familia Banu Tuyib y en abierta rebeldía contra el califato. Abderramán ordenaría construir la fortaleza y comandaría la expedición, acampando en Cadrete.

Como curiosidad, los historiadores aseguran que Abderramán III apenas tenía sangre árabe ya que todas sus ascendentes eran mujeres del norte. De hecho, era rubio y tenía los ojos azules.