El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha amenazado al actual presidente catalán, Pere Aragonès, con desbordar al Govern si no avanza en el proceso independentista durante su intervención por vía telemática en el acto unitario del independentismo para conmemorar el 1-O.

Puigdemont se ha mostrado especialmente contundente con la línea marcada por Aragonès. Sin llegar a mencionarlo explícitamente en ningún momento de su discurso de un cuarto de hora, ha advertido a Aragonès de que los votos que hoy le "permiten gobernar" en Cataluña "vienen de este desbordamiento democrático" que demostró el independentismo con el referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017.

Por ello, ha emplazado a "los que hoy tienen la responsabilidad" del Govern a que "se pongan al servicio de lo que decidimos hace cinco años, que ya toca".

Este es, ha dicho, un reto que el Consejo por la República -el espacio parainstitucional que lidera Puigdemont desde Bélgica- "se propone encabezar, por si alguien se despista y, una vez ha cogido nuestros votos, ya no lo vemos nunca más".

"Si no se avanza en la dirección marcada por el referéndum legal, democrático y vinculante, el Consejo por la República tiene la obligación de ponerse al frente", ha advertido.

No ha sido el único dardo que Puigdemont ha lanzado contra Aragonès: también ha dado un portazo a su propuesta de referéndum pactado con el Estado mediante un "acuerdo de claridad", la llamada vía canadiense que el actual president puso sobre la mesa en su discurso del pasado martes en el debate de política general.

"El referéndum ya lo hicimos, es valido y no hay que volverlo a hacer. Votar ya hemos votado", ha replicado Puigdemont, que ha tildado el 1 de octubre de 2017 de "momento fundacional".

Puigdemont, ovacionado con gritos de "president" por los asistentes que seguían su intervención por pantalla gigante, ha arremetido contra aquellos que en Madrid o en Cataluña piden "dejar correr" el procés y "pasar página" del 1-O.

"Hoy avisamos a todos esos ilusos enterradores de que su luto se da por despedido. Nuestra lucha no caduca", ha afirmado Puigdemont, que ha denunciado los "cantos de sirena o cantos de derrota" que pretenden que el independentismo renuncie a su proyecto.

Y otra enmienda a la totalidad a la estrategia de ERC: Puigdemont también se ha desmarcado de la mesa de diálogo de la Generalitat con un Estado cuyos cimientos ve "carcomidos y podridos".

"Si hoy hay una mesa a la que hemos de estar encadenados y no levantarnos nunca es la mesa del diálogo entre nosotros, entre los hermanos de ERC, de Junts, de la CUP, de Òmnium y de la ANC. A ver si lo entendemos: la mesa a la que hemos de estar enganchados es esta", ha enfatizado Puigdemont, en alusión a la necesidad de constituir un nuevo Estado Mayor del procés, como exige JxCat.