El traspié del PP por los contactos veraniegos con Junts apaga las críticas en el seno del PSOE a su "errática" campaña en Galicia. Los socialistas persiguen un cambio del curso de la contienda del 18-F y ganar impulso. José Luis Rodríguez Zapatero ejerce de nuevo este martes de telonero en espera de la llegada de Pedro Sánchez en la recta final.

La carrera se ha hecho cuesta arriba, dura, para un PSOE que, sin embargo, ha sido capaz de recuperar grados de confianza en sí mismos. "El regalo", así lo llama ya la cúpula federal, que les ha otorgado el PP promete comerse su sprint final a las urnas. La orden de salida, al ataque contra Alberto Núñez-Feijóo.

Una "errática" campaña en Galicia

Todo esto ha aparcado la sensación dominante entre distintos dirigentes de que los motores del partido no han marchado en Galicia, además de las críticas a una campaña propia tachada de absolutamente errática. Todos, amen del rol de subalternos como tercera posición y probablemente a la baja.

Pero socialistas priorizan la suma de la izquierda encabezada por el BNG que va muy fuerte. Su cruzada se resume en atrapar a los populares en sus conversaciones veraniegas con Junts ante la creencia de que, sobre todo, puede desmotivar al electorado de centro-derecha para salir de casa. Y a tal fin, resucitan el marco de las mentiras de Feijóo que les funcionó en las generales.

El Gobierno afea al PP hablar "hasta con el apuntador" y le acusa de mentir

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha cargado contra el Partido Popular y le ha acusado de hablar "hasta con el apuntador" para hacer efectiva la investidura de Alberto Núñez Feijóo después de las elecciones generales del 23 de julio.

En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Alegría ha acusado a los 'populares' de mentir "a todos los españoles", a sus votantes y a Vox "su único socio". "Desde luego el balance de estos 100 primeros días del Partido Popular no puede ser más demoledor: mentiras, opacidad e hipocresía", ha lanzado.

Era la respuesta oficial del Ejecutivo después de que la dirigente de ERC y fugada de la Justicia, Marta Rovira haya acusado al PP de haber negociado con ellos para investir a Alberto Núñez Feijóo, algo que categóricamente ha negado el PP.

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