Cs propone reestructurar la Comunitat "desde los cimientos" y pide a Puig que elija bien a sus socios
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Puig defiende la gestión "razonablemente positiva" de la pandemia aunque advierte: "Autobombo, cero"
La síndica de Cs, Ruth Merino, ha planteado este lunes en el Debate de Política General "una auténtica reestructuración de la Comunitat Valenciana desde los cimientos" mediante reformas que sirvan para los próximos 40 años y "no solo para la próxima legislatura", para lo que ha invitado al 'president', Ximo Puig, a elegir bien a sus "compañeros de viaje".
En su discurso ante Les Corts, Merino ha reivindicado a Ciudadanos como partido útil frente al "mundo feliz" y la falta de autocrítica por la pandemia de Puig y la "antesala del apocalipsis" que describe el PP. "Es imposible que estas dos realidades sean verdad", ha advertido rechazando las "guerras partidistas".
La gestión de la pandemia ha centrado gran parte de su intervención, en la que ha denunciado la falta de autocrítica del Consell "para que no les pase factura electoral", así como la falta de "escucha real" a los sectores afectados por las restricciones y de previsión a la hora de tomar decisiones.
"Se han dejado arrollar por las sucesivas olas", ha aseverado, y ha criticado que el comité de expertos "no existía", que los contagios se controlaron por el "confinamiento autoimpuesto" y no por el rastreo y que la Comunitat recibió "decenas de miles de dosis menos" de las correspondientes por población.
También ha acusado a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, de no pedir perdón por decir que la Comunitat estaba preparada para la tercera ola de invierno --"prácticamente todos los días ha fallecido alguien, y eso es para agachar la cabeza"-- y le ha urgido a convocar oposiciones para acabar con la temporalidad del sector.
En esta línea, ha exigido que acabe con la "obsesión" de revertir a gestión pública los departamentos privatizados y con el requisito lingüístico porque "a la gente le da igual que le atiendan en valenciano o en castellano o que la máquina la haya pagado Amancio Ortega".
Al margen de la sanidad, Merino ha acusado a Puig de "racanear" con las ayudas para compensar las restricciones, ha vuelto a exigir la dimisión de la vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, por el caso de los abusos sexuales a una menor tutelada y ha criticado al de Educación, Vicent Marzà, recordando que "el PP abonó el terreno a Compromís con la imposición lingüística".
En clave nacional, ha reclamado al también líder del PSPV que "se plante ante su jefe" en Moncloa para lograr el cambio de la financiación autonómica, en lugar de reuniones bilaterales como la de la semana pasada en Andalucía: "El único despacho que debería visitar es el de Pedro Sánchez".
Ha lamentado además la "insuficiente defensa" del trasvase Tajo-Segura, que la ampliación del puerto de València "no deja de ser torpedeada" por los socios de Puig o que este no frene o el alto grado de interinidad en trabajadores como los bomberos forestales, que este lunes han protestado ante Les Corts.
Y al vicepresidente segundo, Héctor Illueca (Podem), le ha exigido que cumpla las "promesas" de su predecesor, Rubén Martínez Dalmau, en materia de vivienda y que abandone la propuesta de tasa turística en la Comunitat que defendió la semana pasada junto a Oltra (Compromís).
PUIG: "AUTOBOMBO CERO"
En su respuesta, Puig ha admitido que no han sido "capaces en todo momento de auscultar la realidad" de la pandemia, pero ha remarcado que se ha decidido "siempre en conciencia y pensando lo mejor para la sociedad valenciana". "Lo que no se puede es decir cada día una cosa", ha añadido, y ha defendido que todas las decisiones se tomaron "con el asesoramiento de los técnicos"
"Nadie de este gobierno se esconde detrás de un grupo", ha recalcado, para afirmar que la gestión de la pandemia ha sido "razonablemente positiva, aunque nunca va a ser positiva con la cantidad de gente que ha fallecido: Autobombo cero".
Así ha garantizado que las restricciones no se han tomado por "capricho" y que la recuperación ya es "más rápida que en otras autonomías", rechazando la etiqueta de "verano catastrófico". También ha querido dejar claro, respecto a las reversiones sanitarias, que el objetivo es "una sanidad valenciana fuerte, universal, pública y gratuita".
"MI JEFE ESTÁ AQUÍ"
Y ante la petición de plantarse ante Sánchez, Puig ha afeado a Merino la "manera de entender la política muy curiosa" de Cs, que "ponía gerentes" en algunas autonomías. "Mi jefe está aquí", le ha espetado en relación a los valencianos.
En su réplica, la síndica de Cs ha insistido al jefe del Consell en que deje su "mirada cortoplacista" y el debate sobre el posible adelanto electoral para centrarse en "lo que queremos para la Comunitat".
Ha defendido así la política sensata en lugar del "autobombo" y los anuncios "reciclados" de Puig, mediante medidas a largo plazo como una bajada de impuestos "creíble" que permita acabar con la economía sumergida y "dejar de exprimir a los valencianos".
Otras de sus propuestas son impulsar planes por el futuro de la educación y de la juventud, así como fiscalizar los fondos europeos de reconstrucción, ofertar más plazas en residencias de mayores o lanzar un bono turístico 'senior' para compensar los retrasos del Imserso.
En la contrarréplica, Puig ha rechazado la "discriminación vacunatoria" ya que la Comunitat Valenciana ha recibido "en todo momento las dosis que le tocaban en función de la demografía". "Después, hemos llegado antes que otras, así que no le veo mucho sentido a esta discusión", ha agregado.
Además, ha insistido en que el Consell "no tiene nada en contra de la sanidad privada", pero ha remarcado que quiere una "sanidad universal pública y de calidad. Puig ha mantenido la "mano tendida" a Ciudadanos en "todo aquello que podamos cooperar".



