Un agente de policía que se encontraba a punto de entrar en el agua en el sur de Tenerife ha evitado que dos marroquíes ejecutaran una agresión sexual a una turista del Reino Unido.

La turista conoció a uno de los marroquíes de fiesta el día anterior. Tras una noche de copas, quedaron para verse al día siguiente y mantener relaciones íntimas en una playa frecuentada por surferos. De repente se acercó un segundo sujeto, marroquí, e intentó mantener relaciones con otra compatriota. La amiga se negó. Pero los hombres presuntamente siguieron adelante y se inició un forcejo, en esta situación la mujer empezó a gritar y fue escuchada por un surfero que, casualmente, era un agente de Policía fuera de servicio. El deportista se acercó al origen de los ruidos y los presuntos agresores comenzaron a correr.

Con la ayuda de un deportista que acompañaba al agente de Policía consiguieron arrestar a los acusados. Uno de ellos, en situación ilegal en España. Un juzgado de Arona ha ordenado el ingreso en un centro penitenciario y el otro en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). La mujer ha recibido atención profesional antes de abandonar España.