Nueva preocupación para los vecinos de Pablo Iglesias e Irene Montero, pero no solo paras los del madrileño municipio de Galapagar, también para los de los municipios colindantes. Vigilar el chalé del vicepresidente del Gobierno y de la ministra de Igualdad se ha convertido en prioridad para la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid. Este dispositivo da lugar a un importante coste de recursos que llegan a perjudicar a la seguridad de varios municipios de la zona.

Amplio despliegue de seguridad en la casa de Iglesias y Montero

Según informa la periodista, Cruz Morcillo, en el diario ABC, la seguridad del chalé de Galapagar se reforzó cuando comenzaron las caceroladas contra el Gobierno por su gestión del coronavirus, unas protestas que a diferencia de las producidas en otras zonas de España han ido aumentando, sobre todo los fines de semanas, según fuentes del Cuerpo consultadas por este diario.

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50 agentes y una unidad de élite de la Guardia Civil en Galapagar, custodiando el chalet de quien decía que “los escraches son el jarabe democrático de los de abajo”. La “nueva normalidad”... pic.twitter.com/VZ9eamXKGL

— Cristina Cifuentes�� (@ccifuentes) June 10, 2020

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En este sentido, el dispositivo de agentes no es solo lo que ha aumentado en las últimas jornadas, también el perímetro que separa la casa de Iglesias y Montero de la zona por la que pueden seguir transitando los vecinos de Iglesias.

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Este cordón de seguridad está provocando que se tengan que disponer en la zona hasta 5 decenas de agentes. Los guardias forman parte de las unidades de seguridad de la Primera Compañía que atiende a localidades de la zona norte de la Comunidad de Madrid como El Escorial, Galapagar, Torrelodones, Hoyo de Manzanares, Robledo de Chavela y otras. Esta seguridad se mantiene durante toda la semana con un número variable de agentes, en función de la intensidad de las protestas, pero no menos de 25 agentes.

La experiencia en la casa de Iglesias

El periodista Miguel Temprano hizo público el pasado mes de mayo un vídeo desde la misma calle de Iglesias y Montero donde intentó transitar por la calle, que ya estaba protegida por varios agentes de seguridad. Tras atravesar la valla de seguridad, un agente le dijo que no podía transitar por allí y que era zona restringida, algo que llamó mucho la atención al periodista, ya que todavía no había ningún tipo de manifestante en la zona.

La casa de Iglesias ha sido un verdadero punto de polémica desde que los líderes de Unidas Podemos decidieron mudarse allí. Primero por las cámaras de seguridad que decidió instalar, después por agente de la Guardia Civil que tenía de forma permanente allí y por la garita que instaló la Guardia Civil, sin baño en su interior, para que pudiera hacer la guardia sin pasar frío, ni calor, y por último este amplio dispositivo de seguridad que ha provocado que varias decenas de agentes tengan que dejar sus tareas habituales para centrar todos sus esfuerzos en la vigilancia del domicilio de Pablo Iglesias e Irene Montero.

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