JUICIO VILLAREJO
La mujer de Villarejo asegura que no participó en sus proyectos de espionaje
La mujer del excomisario José Manuel Villarejo, Gemma Alcalá, acusada de participar en dos proyectos de espionaje encargados a su marido e investigados en el caso Tándem, ha asegurado en el juicio que no tuvo nada que ver con aquello, ya que era una mera "empleada" que hacía labores "de carácter administrativo".
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
La mujer del excomisario José Manuel Villarejo, Gemma Alcalá, acusada de participar en dos proyectos de espionaje encargados a su marido e investigados en el caso Tándem, ha asegurado en el juicio que no tuvo nada que ver con aquello, ya que era una mera "empleada" que hacía labores "de carácter administrativo".
"No tomaba ninguna decisión empresarial, soy licenciada en Periodismo", ha subrayado este miércoles en su declaración en la Audiencia Nacional, que ha celebrado la séptima sesión del juicio por este caso y que tiene a su marido como principal acusado.
La procesada, que solo ha respondido a su abogado, ha admitido que era administradora del grupo Cenyt, sociedad de Villarejo que fue presuntamente contratada por varias personas y empresas para obtener información sensible de terceros, aunque ha declarado que ocupó dicho cargo porque su marido se lo pidió.
Ha relatado que el excomisario viajaba a países "de alto riesgo" y tenía la "obsesión" de que "no iba a volver", por lo que quería dejar la compañía "en manos de la familia".
La Fiscalía sitúa a Alcalá en los proyectos Iron y Land, que giran en torno al espionaje de un despacho de abogados a otro de su competencia y un conflicto familiar por la herencia del promotor de la urbanización de lujo La Finca, en Madrid.
Según la acusación fiscal, Alcalá tuvo acceso, entre otras informaciones reservadas, a los datos de posicionamiento y de tráfico de llamadas de la viuda de dicho promotor, presuntamente entregados por Villarejo a su hija, Susana García-Cereceda.
Pero la mujer del expolicía ha sostenido que no tuvo conocimiento de los proyectos y tampoco de la identidad de los supuestos clientes de su marido, ya que eran los "directores de los proyectos" quienes se hacían cargo.
Ha negado haber participado en el cobro o emisión de facturas vinculadas con los encargos y ha subrayado que ella sólo recibía una "cantidad fija" al mes como el resto de empleados.
Sí ha reconocido haber firmado algunos cheques vinculados con algunos encargos a la compañía, aunque ha dicho que al ser administradora era una "exigencia de los bancos".
En cuanto a la aparición de su correo electrónico en copia de varios relacionados con los proyectos Iron y Land, ha referido que supone que los empleados la incluían para que diese cuenta a su marido cuando estaba de viaje.
También ha declarado este miércoles un funcionario de Hacienda ya jubilado que, además de negar conocer a ningún acusado, ha defendido su inocencia: ha asegurado que jamás accedió a datos tributarios sobre el despacho de abogados espiado porque nunca estaba en el despacho a la hora en la que aparece dicho acceso.
Sin embargo, ha apuntado que otra persona que conociese su rutina de trabajo podría haberlo hecho, y ha reconocido que había otro funcionario que despachaba con policías y a quien testigos vieron varias veces en su despacho.