La muerte del soldado Rico y el cabo Jiménez en Cerro Muriano se produjo por un cúmulo de errores

Fuentes cercanas a la investigación aseguran a COPE que el capitán ordenó hacer el ejercicio pese a las advertencias de algunos soldados. No suplió al encargado de la línea de vida

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COPE ha podido saber que un cúmulo de errores llevó a la muerte de dos soldados en Cerro Muriano

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

COPE ha podido saber que un cúmulo de errores llevó a la muerte de dos soldados el pasado 21 de diciembre en unas maniobras militares de Cerro Muriano, en Córdoba. Uno de ellos llevaba una carga extra en su mochila como castigo. Las familias de los fallecidos piden que el caso lo lleve un juzgado civil y no militar.

Las familias del soldado Carlos León Rico, de 24 años, y la del cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, de 34 años de edad, consideran que lo que ha ocurrido es un homicidio con dolo eventual, es decir, que el capitán conocía el riesgo real y, aun así, ordenó hacer el ejercicio a los militares.

Lo creen así porque tienen la certeza de que tres militares alertaron al capitán del regimiento de Infantería la Reina II de que era imposible cruzar ese embalse. En una prueba inicial se dieron la vuelta a medio camino, uno de ellos perdió su fusil y recibió una reprimenda del capitán, que justo después, ordenó a los 15 militares del primer pelotón echarse al agua con el resultado fatídico de dos militares muertos.

Fuentes cercanas a la investigación también han explicado a COPE Córdoba, que el sargento que debía haber tensado la línea de vida el día de las maniobras no pudo acudir por enfermedad y nadie con capacidad y con conocimiento de causa suplió ese trabajo.

El soldado, a punto de terminar la instrucción; el cabo estaba esperando un hijo

El soldado Carlos León Rico estaba a punto de terminar la instrucción requerida por Defensa para el ingreso en el Ejército de Tierra. Había dejado su carrera de Derecho para incorporarse al Ejército.

Ya había culminado las dos primeras fases de formación en el Centro de Formación de Tropa, número 1, ubicado en Cáceres y hacía poco más de mes y medio que había llegado a la Base de Cerro Muriano para completarla en la unidad de destino.

Por su parte, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar estaba casado y esperaba un hijo. Había ingresado en el Ejército en 2011 y tenía dos condecoraciones al mérito tras haber participado en las misiones de Líbano y Letonia.

Los militares están recibiendo atención psicológica y los testigos del siniestro están siendo llamados a declarar dentro de las diligencias previas abiertas por el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba.

Visto en ABC

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