Un total de 26 personas han muerto ahogadas en los espacios acuáticos españoles el pasado mes, lo que lo convierte en el noviembre con más fallecimientos por ahogamiento no intencional desde que se comenzaron a contabilizar en 2015, ha informado este martes la Federación Española de Salvamento y Socorrismo.

Desde el 1 de enero y hasta el 30 de noviembre de este año las personas ahogadas se elevan a 405, 11 más que en todo 2022, cuando perdieron la vida 394. El umbral de las 400 personas fallecidas por ahogamiento solo se había superado en dos ocasiones desde que se realiza el Informe Nacional de Ahogamientos (INA): en 2019, con 403 muertes, y en 2017, con 439.

Noviembre de 2023 supera con sus 26 muertes por ahogamiento los años anteriores, en los que se registraron 19 (2022), 11 (2021), 17 (2020), 14 (2019 y 2018), 16 (2017) y 20 (2015).

El mes de septiembre de este año también fue el que más ahogamientos mortales tuvo en los últimos nueve, con 53 fallecimientos.

Andalucía, con siete ahogados, fue la comunidad autónoma con más muertes en espacios acuáticos en noviembre, lo que eleva a 65 los fallecimientos por esta causa en 2023 y lo sitúa como el territorio con más ahogamientos este año.

En Canarias perdieron la vida cinco personas a lo largo del mes pasado; en Cataluña y Galicia tres en cada una, y en Baleares y la Comunidad Valenciana dos.

Aragón, Castilla y León, Cantabria y la Comunidad de Madrid registraron un ahogamiento en cada caso.

Más de la mitad de los ahogados eran mayores de 45 años (el 53,84 %), con nueve muertes en mayores de 65 años, cuatro en la franja entre 45 y 54, y una entre 55 y 64. En cuanto al género, 22 de los 26 ahogados fueron hombres.

La mayoría de las personas fallecidas, 17 de las 26, tenían nacionalidad española (65,38 %), mientras que cinco eran de procedencia europea (19,23 %), uno africana y otro americana.

Las playas fueron los lugares donde más muertes se produjeron en noviembre, con 11 fallecimientos (42,31 %), mientras que ocho ocurrieron en el río (30,77 %), uno en piscina y seis en otros espacios acuáticos.

En la mayoría de los casos, 18 de los 26, no procedía el servicio de vigilancia, en siete no había socorrista y en uno sí había servicio activo.