Se puede decir que llegó el día. La Ley de Amnistía aterriza este martes en el pleno del Congreso de los Diputados. La Cámara Baja va a dar luz verde a la primera norma de esta legislatura, si no hay contratiempos de última hora, tras una tramitación exprés. Los separatistas catalanes van a intentar, aun así, introducir nuevos cambios en el texto a última hora.

Además, las casi 40 enmiendas a la Ley de Amnistía, que se debatirán y votarán este martes en el Congreso, estrenan el nuevo sistema de votación táctil que se ha instalado en los escaños de los diputados y que ha sido revisado varias veces en los últimos días para evitar fallos informáticos.

La votación final requiere del apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara (176 votos). Si se cumple el guion, saldrá adelante con el apoyo de 178 diputados y el rechazo de los 172 que suman PP, Vox, UPN y Coalición Canaria. Una vez que el Pleno del Congreso apruebe la proposición de ley, esta será remitida al Senado, donde deberá continuar su tramitación.

Eso sí, el PP, que tiene mayoría en la Cámara Alta, tiene intención de dilatar lo más posible su paso por el Senado. En cualquier caso, según el plazo que fija la Constitución, la iniciativa debe ser aprobada como máximo en dos meses, por lo que después, ya en primavera, regresará al Congreso para su aprobación definitiva.

La incertidumbre de la última amenaza de Junts

La tensión máxima se deja sentir en el PSOEbajo el envite de Junts de votar en contra y devolver la amnistía a la Comisión de Justicia tras los movimientos judiciales. Los socialistas han insistido en trasladar a los separatistas los riesgos de ampliar la cobertura de la ley ante la posibilidad de ser tumbada en Europa.

Aún quedan unas horas antes del pleno y en Ferraz han sido incapaces de contener su estallido contra el nuevo impulso dado por la justicia a la investigación de la trama rusa del procés. La cúpula federal habla de "injerencia", de "inaceptable" y de "intromisión" con un objetivo muy claro: "Tumbar la norma".

"Cada vez que el Legislativo mueve ficha, un juez hace lo propio, se pone en evidencia hasta donde pretenden llegar", añaden a COPE, "no es que dejen ver las orejas al lobo, sino al lobo entero". Según esas fuentes, los ataques socialistas son suficientemente elocuentes también de la presión que ejercen sobre ellos los de Carles Puigdemont.

La Ley de Amnistía aterriza en el Congreso para su aprobación

El objetivo es que el articulado se amplíe hasta amparar a todos los investigados por terrorismo. Tratan de evitar sobresaltos en los tribunales que impidan el regreso de Carles Puigdemont y el resto de fugados. El PSOE dice que no hay ninguna negociación abierta, aunque evitan descartar al 100% que vayan a terminar cediendo una vez más.

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Se ha convertido en un clásico: habrá negociación hasta el tiempo de descuento porque Junts y Esquerra siguen presionando para que la amnistía incluya las acusaciones de terrorismo, y ahora también las de traición, para evitar las posibles consecuencias de la trama rusa.

La pelota vuelve a estar en el tejado del PSOE y, con micrófonos delante, insisten en que no habrá más cambios en la ley. Pero entre bambalinas, reconocen que Puigdemont, los del Tsunami y los CDR deberían quedar indemnes para que Sánchez pueda seguir gobernando.

Eso supondría aceptar las enmiendas que ya presentaron en su día los independentistas y que en el PSOE calculaba que Bruselas iba a tumbar, por eso rebajó con ese término de terrorismo light que ya no sirve si el juez García Castellón logra demostrar que sí vulneraron los derechos humanos.

Desde el Partido Popular se oponen frontalmente a esta ley, votarán en contra igual que hará Vox y Feijóo recuerda que lo que no van a iniciar España es al PSOE y a Sánchez. Mientras tanto, el juez García Castellón ha prorrogado otros seis meses la investigación del caso Tsunami pide además al Supremo que interrogue a Puigdemont.

La trama rusa

Otro juzgado, esta vez en Barcelona, avanza en la instrucción de la llamada trama rusa, las conexiones del fugado Puigdemont con el entorno de Putin, para apoyar al proceso separatista en Cataluña y desestabilizar también la Unión Europea. Estas novedades judiciales no han sentado nada bien en el PSOE.

Fuentes de Ferraz creen que estos movimientos tienen un objetivo muy claro y que cada vez que el gobierno mueve ficha, un juez también lo hace. La nueva portavoz socialista Esther Peña ha evitado aun así poner voces a esas críticas: Como siempre, desde el PSOE, respeto al Poder Judicial".

"Habrá opiniones, decisiones que nos gusten más o menos, pero de ahí no nos vamos a mover nunca", recalcaba, "a lo que estamos es a que esta ley de amnistía, esa ley del reencuentro, se pueda aprobar mañana y que a partir de ahí dejemos atrás ese trauma que ha supuesto para nuestra sociedad lo que sucedió en Cataluña".