El anteproyecto de ley que ultima Justicia para agilizar los procesos y evitar el colapso de los juzgados ante el previsible alud de casos vinculados al coronavirus plantea extender las sentencias a viva voz y también los denominados "pleitos-testigo", que sirvan de guía para la litigación en masa.

Los ejes del anteproyecto de ley de medidas procesales, tecnológicas y de implantación de medios de solución de diferencias se han abierto a consulta pública con el objetivo de que el titular de Justicia, Juan Carlos Campo, pueda presentar el texto en el Consejo de Ministros antes de fin de mes.

El primer objetivo es promover un sistema extrajudicial de resolución de controversias paralelo y complementario a los juicios para evitar la "hiperjudicialización de la vida en sociedad" y descargar a los tribunales, explica el Ministerio.

Justicia propone, por ejemplo, regular un sistema que fomente el uso de la negociación entre las partes antes de interponer una demanda en el orden civil; y que una vez iniciada la vía judicial el juez o el tribunal puedan derivar a las partes a la mediación para intentar buscar un acuerdo negociado.

Plantea además arbitrar incentivos para esa resolución extrajudicial de conflictos y analiza cómo responder cuando una de las partes se niegue de forma injustificada a intentar una mediación.

El segundo objetivo es agilizar los procesos para reducir en el posible el tiempo de respuesta de los tribunales, lo que implica revisar las leyes de procedimiento que rigen en todos los órdenes jurisdiccionales (civil, contencioso-administrativo, social y penal).

Justicia quiere modificar los actuales trámites sin que se pierdan los principios esenciales de "inmediación, oralidad y garantías" y sin que se produzca indefensión y entre las novedades plantea introducir el dictado de sentencias de viva voz en los pleitos civiles y mejorar y extender la regulación de las sentencias orales en el orden social y en el contencioso-administrativo.

Ante la previsión de que muchos casos que lleguen a los juzgados derivados de la crisis económica y social que ha generado la pandemia tendrán idéntico objeto, busca también implantar en el orden civil y en el social las técnicas del "pleito-testigo".

En esas circunstancias un juez puede abordar un asunto de forma preferente y luego consultar al resto de afectados si quieren extender sus casos la sentencia dictada, lo que agiliza la tramitación de los recursos y da una respuesta uniforme al fenómeno de la litigación en masa.

El tercer objetivo del anteproyecto es la transformación digital de la Justicia, para lo que se quiere abrir la puerta a que determinadas actuaciones judiciales se comuniquen por medios telemáticos, como hace la Agencia Tributaria, con el fin de evitar en lo posible que los ciudadanos y profesionales tengan que desplazarse a los juzgados. EFE