El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha sentenciado este martes que el Derecho comunitario impide que un tribunal nacional, en este caso el Supremo húngaro, inicie un procedimiento disciplinario contra un juez por haber presentado una cuestión prejudicial ante la Justicia europea.

Por ello, el Tribunal con sede en Luxemburgo aclara que sobre la base de las leyes comunitarias un juez nacional deben hacer caso omiso de toda práctica jurisdiccional nacional que menoscabe su facultad de consultar a la Justicia de la UE.

El pronunciamiento responde a una cuestión prejudicial presentada por un magistrado de Budapest contra el que la Kúria (Tribunal Supremo) incoó un expediente disciplinario al considerar que una consulta previa sobre procedimientos penales que el mismo juez realizó al TUE no era ni pertinente ni necesaria para resolver el litigio.

La Justicia europea advierte en su fallo de este martes que el control de la legalidad de una cuestión prejudicial y decidir si es pertinente o necesaria es una competencia exclusiva del Tribunal de Justicia de la UE, ya que lo contrario podría debilitar la autoridad de las respuestas del TUE y limitar el ejercicio de la competencia de los órganos jurisdiccionales nacionales.

Por ello, añade la sentencia, el principio de primacía del Derecho de la UE obliga al órgano jurisdiccional inferior a "dejar inaplicada" la resolución del Supremo contra el juez, sin perjuicio de que luego el TUE pueda eventualmente declarar inadmisible las cuestiones planteadas por dicho órgano.

También apunta la sentencia europea que la simple posibilidad de que un juez nacional pueda ser sometido a un régimen disciplinario por acudir a la Justicia europea pone en riesgo la independencia judicial del Estado miembro y amenaza además la primacía del Derecho comunitario porque puede disuadir a los tribunales inferiores de aplicar las normas de la UE.