Eslovenia ha adoptado este lunes el nivel de restricciones por la pandemia de COVID-19 previsto en su semáforo, después de que haya finalizado el confinamiento impuesto hace once días con el objetivo de frenar la propagación de la enfermedad.

Según la información recogida por la agencia de noticias eslovena, STA, las autoridades eslovenas han levantado el toque de queda que regía entre las 21.00 horas hasta las 06.00, que estaba en vigor desde hace seis meses. De forma paralela, los centros educativos han vuelto a abrir sus puertas.

La mayoría de los negocios y las instituciones culturales podrán volver a operar y los deportes de contacto en grupos de diez personas vuelve a estar permitidos. En cuanto a los bares y restaurantes, podrán servir productos para llevar.

Las restricciones bajo el nivel rojo de riesgo incluyen el uso obligatorio de mascarilla en interiores --aunque su uso en exteriores se ha levantado, ya que se trataba de una de las medidas más impopulares--, la prohibición de viajar entre regiones --excepto para viajes de trabajo o emergencias familiares, entre otras-- y la limitación de un fiel cada 30 metros cuadrados en lugares de culto.

Las autoridades sanitarias eslovenas confirmaron el domingo 287 nuevos contagios de COVID-19 y siete fallecidos más a causa de la enfermedad, mientras que la incidencia se ubica en el 19,3 por ciento. Hasta ahora, más de 226.000 personas han contraído la COVID-19 en Eslovenia y más de 4.100 han fallecido.