El efecto de lava sigue provocando destrozos a su paso. Son más de un centenar de viviendas, propiedades y explotaciones que han sido destruidas en las últimas horas.

Por ahora es pronto para conocer el balance total de daños provocados por la erupción de Cumbre Vieja, pero comienzan a aparecer ciertas dudas respecto a cómo los afectados podrán recibir las ayudas para comenzar una 'nueva vida' tras el paso de la lava.

En este sentido, los dueños de viviendas que tuvieran un seguro en vigor podrán percibir una indemnización por parte del Consorcio de Compensación de Seguros, un organismo público dependiente del Ministerio de Economía y dotada de pequeñas aportaciones de todos los asegurados.

Entre las coberturas específicas que incluye esta entidad son los "fenómenos de la naturaleza": inundaciones extraordinarias, terremotos, maremotos, ciclones, caída de aerolíticos y también "erupciones volcánicas". Para su reconocimiento es necesario que se expida un certificado por el Instituto Geográfico Nacional y demás Organismos Públicos de los que dependen el estudio de los efectos causados por el fenómeno natural.

Un punto importante de esta ayuda es que para que el Consorcio abone las indemnizaciones es necesario que la vivienda esté cubierta con una póliza de seguro de hogar en vigor.

También es destacable que el cobro de esta indemnización es independiente a futuras ayudas que el Ejecutivo nacional y/o autonómico quieran ofrecer al considerar que zona ha quedado en un estado catastrófico.

En cuanto a los negocios, también podrán pedir estas ayudas del Consorcio siempre y cuando tuviesen en vigor algún tipo de seguro de incendio o rotura de cristales para dichas instalaciones.

En relación con los trámites para pedir las ayudas, el Consorcio permite que las gestiones se puedan tramitar a través de los propios mediadores de seguros, agentes o corredores. Serán los representantes de los asegurados los que realicen en su nombre las comunicaciones del siniestro y aporten los datos necesarios para su valoración. Después, el propio Consorcio enviará un perito para evaluar los daños y autorizar el pago de la indemnización.

El carácter público-privado del Consorcio

El Consorcio es una especie de figura intermedia, entre el sector público y el privado, dentro del sector asegurador español. No solo cubre eventos naturales extraordinarios, también incluye coberturas por terrorismo, rebeliones, sediciones o incluso motines.

Además, este organismo se encarga de dar cobertura a todos los potenciales clientes de seguros de vehículos a los que ninguna compañía les quiere dar cobertura o los daños provocados por automóviles que no tenían seguro en vigor.

Durante la pandemia, el Consorcio se hizo cargo de un reseguro de seguros de crédito para tratar de dar apoyo a las empresas afectas por el coronavirus. Por último también se encarga de la liquidación de las aseguradoras en quiebra.

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Aunque tiene una parte pública, el Consorcio también se apoya de pequeñas aportaciones que hacen todos los clientes de aseguradoras, que pagan un pequeño recargo para dar cobertura a todos estos eventos extraordinarios.

El pasado año, el Consorcio tramitó cerca de 140.000 expedientes por riesgos extraordinarios. La institución ingresó una cuantía superior a los 1.000 millones de euros en concepto de primas, disponiendo en la actualidad de más de 9.000 millones de euros entre bonos e inmuebles.