Cerca de 70 niños y jóvenes estudiantes de música se reunirán del 17 al 29 de julio en Alba de Tormes (Salamanca) para participar en EOS 21, el Encuentro Orquestal Sinfónico que, organizado anualmente el Grupo Talía, dirige y coordina Silvia Sanz Torre al frente de un equipo de profesores de la Orquesta Metropolitana de Madrid.

Después el paréntesis de 2020 por culpa de la pandemia, directora, profesores y alumnos regresan a las instalaciones del Colegio de San Jerónimo para preparar un programa de concierto titulado 'Sonidos del Este', que ofrecerán ante el público al finalizar la décima edición de este encuentro, según han informado sus organizadores a través de un comunicado remitido a Europa Press.

Se trata de un curso abierto a todos los instrumentos que componen la orquesta sinfónica y durante 13 días de días de intenso trabajo, alumnos de nueves a 18 años tendrán la oportunidad de aprender a tocar en una orquesta, mejorar su técnica instrumental y preparar una selección de obras musicales que ofrecerán en tres conciertos.

El primero de ellos tendrá lugar el 28 de julio en el Museo Padre Belda del Colegio de San Jerónimo de Alba de Tormes y, en esta ocasión, se retransmitirá en 'streaming'; el segundo será el 29 de julio en Madrid, en el Auditorio de la Cuña Verde de Moratalaz, y el tercero se realizará a lo largo de la Temporada 2021-2022 en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional.

El programa de concierto que prepararán para esta ocasión los alumnos de EOS 21 llevará al público por Europa Central, Europa del Este y Asia Central con música clásica, de cine y videojuegos.

Entre el repertorio seleccionado se encuentran obras como las 'Danzas Polovtsianas' y 'En las estepas del Asia Central', de Aleksandr Borodín; 'Cuadros de una exposición', de Modest Músorgski; 'El pájaro de fuego', de Ígor Stranvinski, y la 'Danza Eslava nº 4', de Antonin Dvorak, además de las bandas sonoras de películas como 'Taras Bulba', de Franz Waxman, y 'El violinista en el tejado', de Jerry Bock, o del videojuego de lógica 'Tetris', originalmente diseñado y programado en la Unión Soviética, en cuya música se encuentra como tema principal la adaptación de la canción popular rusa 'Korobeiniki'.

Como en anteriores ediciones, los alumnos del Encuentro tendrán la oportunidad de estrenar una obra de Alejandro Vivas, compositor, arreglista, director artístico del Grupo Talía y, también, profesor de composición del Encuentro Orquestal.

UNA AVENTURA MUSICAL

Se trata de una obra pensada especialmente para los alumnos y es siempre una aventura musical relacionada con la temática del curso y el mundo de los Jonsuis, según apuntan las mismas fuentes. Estos personajes musicales, que habitan la Isla de Keke, son los protagonistas de un proyecto pedagógico desarrollado por el compositor y plasmado en la colección de cuentos musicales Kekeñas krónikas.

Para esta edición, Alejandro Vivas, autor tanto de la música como de los textos, propone una aventura en la que un extraño personaje, Darbuki, con una misteriosa melodía, obligará a los Jonsuis a salir de la Isla de Keke en busca de respuestas.

El objetivo del Encuentro Orquestal Sinfónico es un curso es que niños y jóvenes puedan tocar en una gran orquesta sinfónica, vivir la experiencia musical como parte de un grupo y perfeccionar su técnica instrumental, además de desarrollar la creatividad y la imaginación.

Todos los instrumentos tienen su profesor especializado, que trabaja con cada grupo de alumnos durante la mañana y los acompaña por la tarde en los ensayos orquestales dirigidos por Silvia Sanz Torre. Las clases grupales, los ensayos parciales y los consejos técnicos de los profesores de cada instrumento son la base del trabajo diario.

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También se realizan clases complementarias como robótica, ajedrez, teatro, video, radio, talleres para combatir el miedo escénico. Según apuntan los organizadores, el 80 por ciento de los participantes vuelve a inscribirse al año siguiente.

Con el fin de evitar contagios por COVID-19, todos los participantes, tanto alumnos como profesores, acuden con las pruebas necesarias y no podrán recibir visitas ni salir de las instalaciones mientras dure el curso, lo que no afecta a las actividades diarias, tanto musicales como de tiempo libre, ya que el colegio cuenta con aulas de estudio, sala de ensayos, gimnasio, zona deportiva, piscina, campos de fútbol, aula de informática.