El Gobierno de la Generalitat de Cataluña ha pedido este martes reforzar la precaución por la escalada de contagios de covid-19 con medidas como el uso de mascarilla incluso en espacios abiertos ante un verano que no se prevé "fácil": "La situación es extremadamente compleja".

Así lo ha señalado la portavoz del ejecutivo catalán, Patrícia Plaja, que ha resaltado que los datos epidemiológicos son "pésimos" y que, si continúan empeorando, "tendremos por delante días y días de medidas y medidas".

"Los datos son muy malos, más que pésimos, y es fácil encontrar muchos adjetivos que los acompañen, pero ninguno de ellos es bueno", ha enfatizado Plaja, quien ha apelado a la ciudadanía para que extreme la precaución y se valga de medidas de protección como la mascarilla, incluso en la calle.

"Hace una semana pedimos a la población catalana que hiciera un cambio de chip como si estuviéramos antes de que dejara de ser obligatoria", ha recordado.

Ha explicado también que, durante la reunión, "se ha reconocido que la situación del sistema sanitario catalán es angustiante" y ha aseverado que el Govern "no teme dar pasos atrás" con nuevas restricciones, ya que el objetivo es "erradicar o minimizar el riesgo de contagio y la transmisión del virus".

Preguntada sobre si la Generalitat hace autocrítica con la gestión de la pandemia, especialmente con la autorización para celebrar festivales de música, Plaja ha apuntado que, cuando se aprobaron, "no estábamos en la situación que estamos ahora".

"Es fácil hablar de qué decisiones se deberían haber tomado cuando lo estás viendo en el presente, pero mucho más complicado gestionar el día a día", ha puntualizado.

Por otro lado, preguntada sobre la prohibición de comer y beber en la calle que se anunció ayer, ha matizado que lo que no se puede es "hacer picnic ni botellones".

"No podemos quedar con un grupo de amigos para hacer una merienda en el parque" ni tampoco "ir a la playa con neveras", ha aclarado Plaja, quien ha admitido en cambio que, "evidentemente" se puede dar un trago de agua por la calle.

Críticas desde la oposición

Por su parte, el portavoz de Vox en el Parlamento catalán, Joan Garriga, ha tachado las nuevas restricciones del Govern para frenar el repunte de casos de coronavirus en Cataluña de ser un "toque de queda encubierto" y le tacha de incapaz de garantizar la salud y la economía de los catalanes.

En rueda de prensa en el Parlamento este martes, ha urgido a la apertura de todos los negocios porque para él toda actividad es esencial: "Se están cargando nuestra economía y puestos de trabajo, y quien más sufre estas restricciones son los trabajadores".

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Ha lamentado que "la única manera que tiene el Govern de combatir el Covid" sea cerrar todas las actividades sociales, económicas y culturales de 00:30 a 6.00 horas y limitar las reuniones a 10 personas, cuando cree que la solución deben ser tests masivos a la ciudadanía.