La cárcel de Brians 1, ubicada en Sant Esteve Sesrovires, ha estrenado un nuevo módulo autogestionado por las propias internas que lo integran, un proyecto pionero en Cataluña que busca fomentar la autonomía de las presas, con menos controles y más flexibilidad en sus rutinas diarias.

La consellera de Justicia, Ester Capella, ha dado a conocer hoy este nuevo formato de gestión "pionero en Cataluña", en funcionamiento desde julio y constituido por 26 mujeres.

"Esta iniciativa es la herramienta adecuada para empoderar a las mujeres privadas de libertad", ha señalado Capella sobre este espacio que, ha dicho, ayuda a "rebajar la conflictividad".

En este módulo, las propias internas son las que se distribuyen las tareas de limpieza de las zonas comunes y organizan los horarios para realizar llamadas telefónicas, servirse la comida o ducharse.

"Tienen que ser personas autónomas, les tenemos que dar las herramientas necesarias para que tengan autoestima", ha subrayado la consellera, que ha visitado la unidad junto al secretario de medidas penales, Amand Calderó, y la directora de Brians 1, Gemma Torres.

De acuerdo con el departamento, la autogestión ha generado una mayor implicación de las internas en la vida del centro, ha potenciado su responsabilidad y autonomía y ha mejorado el clima social.

De hecho, desde su creación sólo ha habido un incidente "leve" en el módulo, pero no ha comprometido la convivencia entre las internas.

Las mujeres que forman parte de la unidad son seleccionadas por el equipo de tratamiento del centro penitenciario, que alberga a 150 presas, la mayoría de las cuales cumplen condena.

Los criterios para acceder a este módulo autogestionado varían en función de la buena conducta y del grado de responsabilidad de las tareas que las internas realizan en el recinto y que incluyen desde trabajar en la panadería a hacerlo en la lavandería o en comunicación.

El módulo está formado por catorce celdas dobles y dos individuales, que se suman a una cocina, un comedor, un patio interior, las duchas y la sala de estar con televisión y sofás.

Todo estos espacios están gestionados completamente por las internas, quienes tienen libertad para tomar decisiones sobre la distribución y el uso de espacios compartidos.

La iniciativa del módulo autogestionado forma parte de un programa de intervención más extenso que se está llevando a cabo en la cárcel de Brians 1 y que incluye, entre otros, la clasificación de las internas en unidades adaptadas a sus perfiles.

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Uno de ellos es la unidad para mujeres con discapacidad intelectual, que se pondrá en marcha en los próximos meses para garantizar un entorno protegido a estas mujeres y evitar situaciones de abusos.