La Seguridad Social ha sumado menos pensionistas que hace un año. No es una caída muy acentuada, pero sí que es una cifra histórica porque es la primera vez que sucede en 15 años. El motivo de este descenso es la pandemia con su consiguiente aumento en el número de los fallecimientos. Asimismo, también influye el menor número de altas fruto del confinamiento y del parón administrativo. Ambas circunstancias han provocado que haya menos pensionistas en nuestro país que hace un año. En otras ocasiones, una gripe o un mes con menos días hábiles se ha hecho notar en las pensiones.

En febrero se alcanzó el techo marcado hasta ahora (esto es, más de 8,9 millones de pensionistas). También un hito estadístico, pues es la primera vez que sucede algo así.

Tal y como informa El País, durante los nueve meses del año las bajas han aumentado un 13,5%. Esto se traduce en casi 50.000 más que en el mismo período de 2019. En cuanto a las altas, en el primer período de este 2020 cayeron un 5,1% y en el segundo un 10,7%.

El retraso progresivo de la edad de jubilación que acabará en 2027, y el anuncio de una reforma de pensiones también podría haber influido en esta cifra final. Sea como fuere, la covid-19 ha tenido un papel primordial. Aún con todo, está previsto que el número de pensionistas ascienda... ya que la Seguridad Social irá retomando el trabajo atrasado fruto de las semanas en las que vimos nuestras vidas "estancadas" por el confinamiento.

Todo ello teniendo en cuenta nuestro modelo de sociedad, que está envejecido y en el que crece la esperanza de vida. Una tendencia que acaba por imponerse a los datos.

Así sufren las residencias de mayores la segunda ola

Los informes sanitarios a los que tenía acceso COPE demuestran que la mayoría de las residencias en las que aparecen contagios en la segunda ola de la pandemia carecen de “inmunidad de rebaño” y experiencia por parte de los trabajadores en la lucha contra la enfermedad. Por este motivo, el secretario general de AESTE (Asociación Estatal de Servicios Residenciales de la Tercera Edad) Jesús Cubero, explicaba a nuestra compañera Maribel Sánchez que la clave es un diagnóstico precoz. Sobre todo, teniendo en cuenta que los ancianos son un grupo poblacional de riesgo.

Por eso, Cubero les recomienda a los trabajadores de las residencias que “estén muy atentos para realizar pruebas PCR o los test de antígenos, que son mucho más rápidos y económicos, de forma inmediata"