El presidente del Grupo COPE y TRECE, Fernando Giménez Barriocanal, ha reivindicado este miércoles el papel de la radio, la televisión y los periódicos como principal fuente informativa durante la pandemia. “Nos hemos dado cuenta de la importancia de los medios convencionales frente a la basura que ha circulado por las redes sociales”, ha sentenciado.

Durante la mesa redonda “Reinventar el negocio de los medios” organizado por Servimedia, Barriocanal ha asegurado que el “tesoro” más importante de los medios es la capacidad de “fabricación de los contenidos”. Ahí es donde las empresas de información son “fuertes”, y donde tienen que “reclamar la capacidad de generar valor para la sociedad y las empresas”.

En este sentido, considera que el futuro pasa por “ser capaces de explotar de forma adecuada los contenidos”, y conseguir “ofrecerlos en nuestras plataformas” sin que los “vampiricen” otros canales.

El consejero delegado de Atresmedia, Silvio González, y el presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, también han participado en el encuentro online. Precisamente, González ha explicado que “la demanda de información ha crecido de forma extraordinaria” debido a la situación de incertidumbre.

Tanto él como Fernández Galiano coinciden en que esto ha servido para “profundizar en el número de abonados”, sobre todo digitales. “Hace tiempo que nos hemos embarcado en la idea de que no somos solo una televisión sino un creador de contenido. En nuestro caso, con Atresplayer Premium, hemos crecido hasta los 250.000 suscriptores. La pandemia ha servido para que haya una explosión de abonados”, ha afirmado el delegado de Atresmedia.

CAÍDA DE LA PUBLICIDAD

Frente al aumento de la demanda informativa, la crisis generada por el coronavirus ha traído consigo un descenso de la publicidad. Una situación que está siendo el principal bache económico para los medios de comunicación. Silvio González calcula que la caída de los ingresos publicitarios para radio y televisión se situará sobre el 25%: “Durante un solo año, vamos a tener una caída igual a la que tuvimos en cinco años, durante la crisis económica de 2008 a 2013”.

Más complicado será para prensa escrita, donde el descenso estará en el 30% como apunta Fernández Galiano. A ello, habrá que sumar la caída en la difusión de los ejemplares, “que está muy diversificada según la zona”. Una crisis en toda regla que hay que abordar desde dos aspectos: “el estructural y el coyuntural”.

En referencia al primero, insiste en que “las compañías deben afrontar un cambio en el modelo de negocio”, transición en la que “es necesario invertir dinero”. Sobre la coyuntura que nos ha tocado vivir, considera que los medios en general “han sabido responder con acierto”. Eso sí, confía en que “no dure mucho” porque hay cosas “que no se pueden mantener en el tiempo”.

Por su parte, Fernando Giménez Barriocanal ha confesado que en marzo el sector radiofónico se encontró con “una auténtica hecatombe de desaparición de los ingresos”. Aun así, las audiencias se dispararon, “por lo que ha habido que hacer más esfuerzo con menos recursos”. Sea cual sea la situación, el presidente del Grupo COPE recuerda que los medios de comunicación convencionales son “garantía de democracia en un país”, por lo que necesitan “independencia económica para seguir ofreciendo un mensaje plural”.

EL PAPEL DE LOS GOBIERNOS

Sobre si el Gobierno puede ayudar de alguna manera a los medios de comunicación ante el desafío económico, el consejero delegado de Atresmedia, Silvio González, ha dejado claro que no le gustan las ayudas del gobierno a las empresas informativas “salvo que no influyen en su capacidad de ser críticas”.

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Algo en lo que coincide el presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano: “cuanto más lejos esté el Gobierno, mejor”. Sin embargo, considera que hay cosas en las que el ejecutivo sí puede ayudar y que no están estrictamente relacionadas con el ámbito económico. Por ejemplo, “favorecer un entorno estable” para que los medios puedan crecer. Y un paso sería cambiar la regulación “para que las reglas de juego sean lo más limpias posibles” para facilitar la supervivencia de los medios tradicionales frente a gigantes económicos como Google o Facebook.