El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, sembró la polémica el pasado fin de semana cuando durante un mitin dijo que la visión que tiene España del PSOE no tiene por qué coincidir con la "casposa" de que todos los españoles tienen que ser "toreros o cazadores". Tras recordar que su padre fue "matador de toros", reivindicó que "nadie tiene derecho a decir qué somos; la identidad es de todos y nadie la impone" y exigió que no les den lecciones ni de libertad ni de constitucionalismo quienes quieren imponer ese "españolismo trasnochado y antiguo".

Sus palabras han sido duramente criticadas tanto por el mundo del toro como colectivos de cazadores. Muchos, además, han recordado al ministro su pasado taurino. Son varias las veces que Ábalos acudió a un ruedo para ver los toros. En una de ellas se le puede ver asistiendo a una corrida de toros en Las Ventas junto al presidente de la Fundación Toro de Lidia, el ganadero Victorino Martín, acompañado de otro de los patronos de la Fundación, el periodista Juanma Lamet. En la otra en la plaza de toros de Valencia inmersa en la Feria taurina de Fallas el pasado mes de marzo, se le puede ver al lado de Toni Gaspar, ex diputado de Asuntos Taurinos de la Comunidad Valenciana y actual presidente de la Diputación valenciana.

Pero la relación de Ábalos con el mundo del toro es todavía más estrecha de lo que parece. El padre del ministro, Heliodoro Ábalos, fue torero antes de la Guerra Civil. Según un artículo publicado por ABC, fue apodado "Carbonerito" y toreó poco más de una veintena de tardes entre los años 1934 y 1935. El estallido de la Guerra Civil frustró la trayectoria de este torero, al que las reseñas de la época calificaban de "valiente y prometedor". Según el periódico centenario, Ábalos todavía conserva los dos últimos carteles en los que su padre vistió el traje de luces antes de dedicarse a la fabricación de muñecas de porcelana.