GOBIERNO CASTILLA Y LEÓN
Cupido tiene trabajo político en Castilla y León: muchas flechas por lanzar
Óscar R. Ventana
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Óscar R. Ventana
Más allá del relato de la noche electoral y de la resaca de los resultados en Castilla y León, el Día de los Enamorados no está siendo plácido para los partidos en esta comunidad, y Cupido tiene mucho trabajo por delante para que fructifique un "amor" político que aporte estabilidad si se tienen en cuenta los antecedentes y los intereses en juego.
De este 13F salen "enamorados" de sí mismos Vox, Soria Ya y la Unión del Pueblo Leonés -grandes triunfadores de la noche-, consolado el PP con una victoria que sin embargo no colma su aspiración de una mayoría sólida y estable, doliente una izquierda en la que PSOE y Unidas Podemos vuelven a alejarse del gobierno y quedan en la práctica irrelevancia Ciudadanos y Por Ávila, los dos últimos pilares parlamentarios del PP en la anterior legislatura.
Descontado el abismo ideológico del PP con el PSOE y Unidas Podemos, son Ciudadanos y Por Ávila -una escisión del PP- los que están más enfadados con su antiguo "amor" popular, y parece difícil que, con Alfonso Fernández Mañueco como aspirante a repetir en la Presidencia, esos partidos se dejen llevar por la pasión y voten favorablemente su investidura.
Francisco Igea (Cs) vetó directamente a Mañueco y en Por Ávila, que no ha descartado hablar, han perdido toda la fuerza negociadora que tenían y no verían colmadas las expectativas que tenían justo antes del adelanto electoral, puestas negro sobre blanco en los presupuestos de 2022, ahora en parada y en barbecho.
Pero por flechas no va a ser... Mañueco ya ha comenzado a proclamar a los cuatro vientos que su arco está preparado para lanzarlas en todas las direcciones. Forma parte del relato, para que no parezca que la opción más factible, la de Vox, es también la primera. Porque la idea es acercarse a la mayoría (41) con otros acuerdos antes de colocar al partido de ultraderecha en la tesitura de votar a favor o abstenerse, entre o no finalmente en el gobierno.
Por eso el PP está ahora en la estrategia de insistir en que quiere gobernar en solitario, retrasando esa interlocución con Vox, pero la realidad es que tampoco es fácil el entendimiento con otras fuerzas como la Unión del Pueblo Leonés, históricamente enfrentada al PP por la cuestión identitaria -defiende la autonomía para las provincias de León, Zamora y Salamanca-, pero que ha alcanzado acuerdos puntuales en materia de presupuestos con los populares.
¿Y con Soria Ya? Pues esta agrupación de electores, que con permiso de Vox ha sido la gran sorpresa de las elecciones al convertirse en la primera fuerza política de la provincia soriana - sumando tres de los cinco procuradores en juego y más votos que el PP y el PSOE juntos-, está ante la paradoja de no ser decisivos pese a cosechar este resultado.
Juega a favor de los intereses negociadores de Soria Ya que el PP es consciente de que debe recuperar terreno ante el auge de estas plataformas de la España Vaciada, en las que los ciudadanos ven una forma de reivindicar lo propio, dentro de un territorio como Castilla y León en el que el sentimiento autonómico es bajo y priman más apegos provinciales y locales.
Pero ahí Mañueco es preso de sus palabras, ya que en campaña comparó abiertamente a las formaciones localistas -se refería especialmente a Por Ávila y Soria Ya- con los partidos "separatistas" a nivel nacional.
Si en la anterior legislatura los socios de la coalición del PP y Cs reconocieron abiertamente de que empezaban su relación "sin amor", en caso de que este nuevo "amor" prospere entre el PP y sus pretendidos y pretendientes y haya una investidura y la formación de un gobierno, la relación tendrá pronto una prueba de fuego difíciles de superar: ¿cómo encajar los planteamientos del PP y Vox en unos presupuestos que estaban atravesados por la Agenda 2030 o con unos partidos localistas que, en el caso de Por Ávila, desencadenaron el final de la anterior legislatura?
El Día de los Enamorados pasará, pero parece que las flechas de Cupido seguirán volando en Castilla y León por unas cuantas semanas y con objetivos inciertos. Y aunque en estos casos la repetición electoral nunca parece una opción, está por ver que, si el "noviazgo" se complica para Mañueco, renuncie a volver al esquema electoral que beneficia al PP: que las elecciones autonómicas coincidan con las municipales, y eso es en 2023, si no antes.



