Encontrar piso, residencia o colegio mayor para los universitarios que se desplazan por estudios no es siempre tarea fácil. La escasa oferta y la alta demanda de pisos, los incrementos de precios, los requisitos que piden los propietarios o la anticipación que se necesita al reservar complican el proceso de búsqueda.

Según el último informe de la consultora inmobiliaria JLL, en 2021 había 14 estudiantes por cada cama ofertada,. La demanda crece en las grandes ciudades y en función del número de plazas de las universidades. Así, las comunidades autónomas que más estudiantes acogen sonMadrid, Cataluña, Comunidad Valenciana o Andalucía.

Sin embargo, es un sector en crecimiento. Según datos del Observatorio Sectorial BDK de Informa, desde el año 2019 se han ofertado 18.062 plazas nuevas y se han abierto 60 centros. De hecho, de acuerdo con el mismo estudio en 2022 se abrieron 26 residencias y el número de plazas aumentó en 9.024 unidades.

Una de las razones de la escasa oferta es la falta de alquiler a medio plazo

“El problema que tenemos es que muchos propietarios están acostumbrados a alquileres de largo plazo y cuando llega un estudiante de fuera unos meses no tiene casi casas. Hay una escasez de pisos para alquilar a los estudiantes”, reconoce Eduardo Garbayo, director de operaciones de una inmobiliaria digital. Según él, la mayoría de los propietarios prefiere un alquiler a largo plazo. Este dificulta el acceso de estudiantes porque “no es lo que demandan”.

“Cuando volví de Erasmus y necesitaba alquilar un piso para cinco meses, me costó muchísimo encontrarlo porque no había ofertas que aceptasen tan poco tiempo de estancia”, cuenta Sandra Carcedo, una universitaria de Burgos que reside y estudia en Santander.

La preferencia por el alquiler a largo plazo se une a la actual popularidad del alquiler vacacional que permite unos mayores precios. Para aumentar la oferta de pisos para estudiantes, según Garbayo lo que hay que hacer es intentar que los propietarios entren en el mercado de alquiler a medio plazo que puede ofrecer una mayor rentabilidad puesto que el inmueble casi siempre va a estar ocupado.

Requisitos para reservar

Los propietarios cada vez piden más condiciones para acceder a los pisos como avales, depósitos, documentación, fianzas o nóminas que en ocasiones los estudiantes no pueden hacerse cargo de ellos personalmente.

“Quizás los propietarios pueden tener miedo porque el inquilino sea un estudiante, porque algunas veces pueda hacer algo de ruido. Pero la realidad es que los estudiantes no ocasionan grandes problemas, no son inquilinos que vayan a estar dos años sin pagar porque además se tienen que ir en unos meses”, reconoce Eduardo Garbayo.

“A la hora de mudarse o irse a estudiar a otro sitio, encontrar residencia o piso es lo que más agobia. Lo fundamental es empezar a buscarlo cuanto antes”, recomienda Nuria Usero, una universitaria de Córdoba que estudia y vive en Madrid desde hace cuatro años. Empezar a buscar piso o residencia con meses de antelación es fundamental para encontrar el piso deseado para cada estudiante y no quedarse sin opciones. “Si un propietario pone el piso en alquiler para estudiantes para septiembre, está siempre alquilado un par de meses antes o más”, afirma Garbayo.

Fernando Guzmán, un universitario de Jaén que estudia en Madrid, advierte que es importante empezar con tiempo a buscar, sobre todo en las zonas más demandadas: “Todos queremos ir a los mimos sitios y a las mismas residencias. Si quieres un alojamiento por esa zona tienes que empezar a reservar en abril”, cuenta. Él se decidió en junio a reservar y no tuvo plazas en residencias de estas zonas y acabó decidiéndose por una que estaba más cerca de la Universidad, pero no tanto del centro como quería.

Factores que influyen en la decisión

Son muchos los agentes que afectan en la elección del alojamiento. La localización en el centro, la cercanía a las universidades, una tarifa de precio todo incluido o un ambiente de estudiantes, son los factores más importantes para Pavlina Chandras, directora de operaciones de una cadena de residencias de estudiantes. “No solo se busca el alojamiento en sí o un espacio solo para dormir, sino un espacio más social donde pueden encontrar y conocer a gente con los mimos intereses o en las mismas situaciones”, añade Chandras.

Sandra Carcedo estudia en Santander y vive en un piso con una amiga y antes había vivido en tres residencias diferentes. Para ella el proceso de búsqueda es similar, en ambos casos se fijó en la localización y en las críticas. En el piso tuvo muy en cuenta la impresión que le dio el casero y las condiciones que le exigía, mientras que al buscar residencia se fijó más en las páginas webs de las agencias y en los servicios que ofrecían cada una de ellas. Pero lo que más le influyó al decidir fueron las recomendaciones que le dieron sus amigos y compañeros que habían vivido ya en alguna de las residencias que estaba mirando.

El precio también es un factor fundamental en la elección. En el caso de los pisos, el precio de la vivienda en alquiler en España en junio ha aumentado un 4,5% respecto al mismo mes de 2022, según Fotocasa. En las residencias el precio varía según el tamaño de la habitación, de la localización del alojamiento, de si tiene cocina o baño propio o según si se tiene que compartir el espacio con más estudiantes.