Los mercados financieros y de materias primas se mantienen en la cautela, aunque la tensión se ha reducido de forma notable en las últimas horas respecto a la turbulenta sesión de ayer.  El petróleo ha bajado con rapidez, a la espera de una importante comparecencia del ministro del petróleo de Arabia. El mercado confía en  que anuncie que la producción recuperará pronto niveles parecidos a los que tenía antes de los atentados de este fin de semana.

Los inversores creen que las instalaciones saudíes no tardarán muchas semanas en recuperar cerca de las tres cuartas partes de la capacidad perdida. Hoy el crudo ha bajado más de un 5  por ciento. Se paga a menos de 65 dólares por barril. Ayer llegó a tocar los 70 dólares impulsado por el aumento de la tensión geopolítica en el Golfo Pérsico. El ataque de este fin de semana a instalaciones de Arabia, -apadrinado supuestamente por Irán-, hizo subir ayer el precio del crudo hasta un 18 por ciento.  

Los inversores empiezan a pensar que un petróleo más caro, aunque sea de forma coyuntural, enfriará el ya pobre crecimiento económico de los países industrializados, al tiempo que provocará un repunte de la inflación. Menor crecimiento con mayor inflación es el escenario más complicado al que pueden enfrentarse los bancos centrales, que tienen que optar entre reavivar la actividad económica o controlar los precios. Mañana la Reserva Federal anunciará su decisión sobre el precio del dinero.

En las últimas horas se han reducido las probabilidades de un nuevo recorte de tipos de interés. Siguen siendo mayoría los que esperan una rebaja de un cuarto de punto, aunque muchos apuestan porque no moverá ficha. La solución, mañana a eso de las ocho de la tarde.

La Bolsa ha cerrado en negativo, pero ha conseguido salvar la cara de los 9.000 puntos.. El índice Ibex 35 ha bajado un 0,53 por ciento, hasta 9.004 puntos. Los bancos han perdido parte de las ganancias de la semana pasada. También Telefónica ha devuelto  parte de las últimas ganancias.  

Las empresas petroleras y las relacionas con las energías renovables han girado en redondo y han perdido parte de las ganancias que consiguieron ayer. Sin embargo,  la empresa Tubos Reunidos se ha mantenido con fuertes ganancias. Un petróleo más caro mejora sus posibilidades de negocio. Sus acciones han  subido un 15 por ciento en dos días y acumulan ya una ganancia del 75 por ciento en lo que va de año.  

Los mercados siguen pendientes de los indicadores económicos. La producción industrial en Estados Unidos ha crecido seis décimas en agosto, cuando se esperaba un aumento mucho más suave. Es buena referencia. Además, el índice ZEW, que mide la confianza del inversor en Alemania, se ha deteriorado algo menos de lo que se esperaba. Pero continúa débil y con registros negativos.  Ha mostrado una lectura de menos 22,5 puntos.

Sigue vivo y coleando el temor a  un enfriamiento de la economía en la locomotora europea. Y en China se han conocido nuevos síntomas de desaceleración. Los precios industriales se han reducido tres décimas en tasa interanual. Es la primera contracción desde hace tres años, lo que indica que las empresas tienen que reducir los precios para mantener sus ventas.  Ayer se publicaron en China las ventas al por menor y la  producción industrial. Ambas han sido más flojas de lo que se esperaba. La actividad fabril ha crecido un 4,4 por ciento, cuatro décimas menos que en el mes anterior. Es su peor registro de los últimos 17 años. También las ventas al por menor se han quedado por debajo de las previsiones. 

Han crecido un 7,5 por ciento cuando se esperaba algo más. Además, dentro de casa, el INE que ayer revisó sus cifras de crecimiento del PIB en los últimos ejercicios, ha recortado también el crecimiento del primer trimestre del año. Del 0,7 al 0,5 por ciento, con un incremento en tasa interanual del 2,1 por ciento..

El dinero sigue buscando amparo en el mercado de deuda pública. El rendimiento de los bonos de EEUU a diez años, que ayer bajó un 2,5 por ciento,  hoy se ha reducido otro 2 por ciento, hasta el 1,80 por ciento. Los bonos alemanes al mismo plazo ofrecen un menos 0,48 por ciento, mientras las obligaciones españolas de referencia a diez años tienen una rentabilidad del 0,30 por ciento.

Hoy el Tesoro ha captado 1.800 millones de euros en la subasta de letras a 3 y 9 meses. En el plazo más corto la rentabilidad ha profundizado en terreno negativo, ha pasado del menos 0,528 al menos  0,563 por ciento. Los títulos a nueve meses han salido con un rendimiento del menos 0,462, frente al menos 0,546 de la subasta anterior realizada en agosto.