Los españoles utilizan cada vez menos dinero en efectivo
El 70 % de los españoles lleva menos de cinco euros en el bolsillo

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Definitivamente han cambiado nuestros hábitos de pago. Sólo el 36 % de los españoles según una encuesta del Banco de España paga con dinero en metálico. Nos hemos digitalizado de tal manera que el 70 % de los españoles lleva menos de cinco euros en el bolsillo.
"Se lleva el plástico"
Es otro efecto de la pandemia, se han consolidado los métodos digitales de pago para reducir el contagio, son formas de pago “sin contacto”, y también por la rapidez del proceso. La "Encuesta nacional sobre el uso del efectivo 2020" del Banco de España refleja que en España el método más extendido es la tarjeta de débito. Si antes muchos pequeños comercios, no las aceptaban o exigían un mínimo para poder abonar con tarjeta, ahora prácticamente todo se puede pagar con el “plástico” y quienes no lo permiten están perdiendo competitividad.
No tocar, contactless
En España, sin embargo, hay pocos métodos de pago si nos comparamos con nuestros socios europeos y no digamos ya con otras sociedades. Está muy implantado Bizum, ha sido un verdadero boom para las transacciones entre particulares, ha dado solución a una necesidad de pagos rápidos y ha sustituido incluso a las transferencias. Cerró 2020 con 13,6 millones de usuarios, más del doble de los que tenía a finales de 2019 con un crecimiento de 20.100 nuevos usuarios diarios Y ya es muy habitual ver pagar con el móvil. Son los monederos a través de grandes proveedores que incluyen una tarjeta virtual y los expertos aseguran que es más seguro que llevar la propia tarjeta.
QR y reconocimiento facial
En el último año se ha extendido el uso de código QR en la restauración, escaneamos el código para ver la carta del restaurante pero su uso va más allá, se utiliza en muchos países para realizar pagos. En China, por ejemplo, se utiliza a través de WeChat, similar a WhatsApp, hasta para comprar una pequeña botella de agua. Y aunque aún queda mucho, en el futuro se va a incorporar la biometría. Ya no es cosa de ciencia ficción. Si una máquina reconoce nuestro rostro en un aeropuerto para pasar un control de seguridad o decirnos a qué hora sale nuestro vuelo y por qué puerta debemos embarcar, ¿por qué no para realizar un pago mediante huella dactilar, escáner de retina o reconocimiento de rostro o de voz?



