De menos a más han evolucionado hoy tanto la Bolsa como buena parte de los grandes valores. Los inversores creen que la progresiva mejora de la situación sanitaria permitirá una recuperación económica algo más temprana de lo estimado inicialmente. Los más optimistas incluso creen que quizá sea más intensa de lo esperado si la desescalada del confinamiento se produce con seguridad, pero a buen ritmo. Con esta esperanza en la faltriquera, el índice Ibex 35 cierra la sesión en 6.836 puntos, con una subida del 1,55 por ciento.

Los bancos han tirado hoy con mucha fuerza del mercado. Un 5 por ciento ha subido el Banco Santander, que recupera los dos euros por acción. El beneficio de la entidad cántabra se ha reducido un 82 por ciento en el primer trimestre del año, hasta 331 millones de euros, debido a las fuertes provisiones por 1.600 millones de euros para hacer frente al deterioro económico derivado de la crisis sanitaria. Sin contabilizar esa partida, el resultado del grupo habría crecido un 1 por ciento hasta 1.980 millones. El impacto del Covid-10 se notará con toda su dureza en el segundo trimestre y siguientes. Los inversores dan por buenas estas cifras y esta estrategia.

También los demás bancos han entrado en calor. Bankinter se ha disparado un 8 por ciento y un 9 por ciento ha subido BBVA, que rendirá cuentas este jueves, junto con Sabadell y Caixabank. Antes, mañana, publicarán resultados Bankia, Iberdrola, Aena, Red Eléctrica y Cie Automotive. Los analistas de Citigroup temen que caigan los resultados de las empresas gasistas y eléctricas españolas en el segundo trimestre del año. La demanda de energía se ha reducido de forma importante por el cierre de numerosas fábricas, lo que se dejará notar en sus cuentas. Sin embargo, Citi espera que el escenario mejore sensiblemente el próximo año.

Desde BBVA consideran que la recuperación de la crisis será muy lenta, muy gradual y llevará muchos meses. Los inversores vuelven ahora sus ojos hacia los grandes bancos centrales. No se esperan grandes movimientos de la Reserva Federal en su reunión que termina mañana, -ya ha jugado gran parte de sus cartas-, pero si cabe la posibilidad de que el BCE anuncie nuevas medidas de estímulo tras el consejo que celebrará el jueves. Podría aumentar la fuerza de fuego de su artillería para enfrentarse a los efectos de la crisis.

Los mercados han digerido hoy sin problemas las previsiones que maneja la agencia de calificación de riesgos Moody's. Espera que el PIB de España caiga un 8 por ciento este año, con un aumento de la deuda pública hasta el 112 por ciento. Para el próximo ejercicio pronostica un crecimiento del 4,8 por ciento. Moody's ha mantenido sin cambios el “rating” de España (Baa1, que es un aprobado alto), a pesar de que cree que el gobierno tendrá que acudir al Mecanismo Europeo de Estabilidad, el MEDE. Según la agencia, el Banco Central Europeo comprará deuda española por 114.000 millones de euros.

Peores previsiones maneja el banco estadounidense de inversiones Morgan Stanley, que augura una caída del PIB de España de entre un 6 y un 22 por ciento este año, dependiendo de lo que dure la hibernación de la economía. Espera una recuperación del 7 por ciento en 2021. Hace pocas horas el Banco de España pronosticaba una contracción del PIB de entre el 6,6 y el 13,6 por ciento dependiendo de lo que dure el confinamiento de la población. Y hace pocos días el Fondo Monetario Internacional auguraba una caída del 8 por ciento del PIB español en este año, con un aumento de la tasa de paro hasta el 20,8 por ciento.

Entre los valores más pequeños, la atención del mercado ha vuelto a centrarse en PharmaMar y Oryzon Genomics. Las dos biotecnológicas españolas prueban fármacos contra el Covid-19. PharmaMar comienza un ensayo en pacientes sobre la efectividad de uno sus compuestos antitumorales. Se trata de Aplidín que, según la propia empresa, cuenta con una potencia antiviral mil veces superior a los medicamentos existentes. También un medicamento Oryzon Genomics (el Vafidemstat) va a probarse en breve en pacientes graves por coronavirus.
En los demás mercados, el precio del petróleo se ha movido con enorme volatilidad. El de tipo West Texas de Estados Unidos, que hace una semana llegó a cotizar en negativo, baja esta tarde hasta 12 dólares. Y hay darlo por bueno, porque ha llegado a negociarse esta mañana muy cerca de 10. Mayor inestabilidad, imposible. Mientras tanto, el barril Brent del Mar del Norte, el que se utiliza como referencia en Europa, también muy inestable, se paga esta tarde a 23 dólares.