Los mercados financieros y de materias primas han dejado pasar el día sin grandes movimientos. Una jornada en “stand by” para variar, a la espera de novedades. El índice Ibex 35 ha cerrado la sesión del viernes en 8.330 puntos, con una tímida ganancia del 0,31 por ciento. Ha retrocedido algo más de un 1 por ciento en el conjunto de la semana. En lo que va de año acumula una caída del 4,5 por ciento. Los valores grandes se han anotado movimientos muy cortos. Han subido con especial fuerza Arcelor, Indra, Naturgy, Merlín, Inditex y Repsol. Alzas también en Telefónica al calor del interés que ha mostrado el fondo estadounidense KKR sobre Telecom Italia.

A punto de cerrar el primer trimestre, el índice DAX de la Bolsa de Fráncfort ha perdido un 9,5 por ciento. Un 8 por ciento se ha dejado el CAC 40 de París, mientras el índice paneuropeo Eurostoxx 50 ha perdido un 10 por ciento. En ese mismo periodo, algo menos de tres meses, el índice Dow Jones de valores industriales y el S&P 500 de la Bolsa de Nueva York se han depreciado en torno a un 5 por ciento. El Nasdaq de tecnológicas ha bajado más de un 9 por ciento.

En los demás mercados, el petróleo ha repuntado durante la tarde hasta 120 dólares. Ayer llegó a tocar los 122 en algunos momentos, así que los inversores, mal que bien, lo han dado por bueno. El euro se cambia por 1,10 dólares y el oro cotiza a 1.950 dólares por onza. Lo más llamativo del día ha sido la fuerte subida en la rentabilidad de los bonos. Los de Estados Unidos a diez años ofrecen esta tarde un rendimiento del 2,49 por ciento. Hace una semana apenas llegaba al 2,15 por ciento. El "bund" alemán rinde un 0,56 por ciento y un 1,43 por ciento las obligaciones españolas al mismo plazo.

En las criptodivisas, el Bitcoin se cambia esta tarde por encima de 44.500 dólares. El responsable ruso de energía ha dejado abierta la posibilidad de aceptar bitcoins como pago por sus exportaciones de gas y petróleo. Pero sólo de sus “países amigos”, como China y Turquía. Para los “países hostiles” (que son, entre otros, todos los de la Unión Europea, Gran Bretaña y Estados Unidos) Rusia quiere exigir el pago de sus materias primas en rublos en lugar de en dólares o en euros. Con este movimiento Moscú trata de detener la caída de su divisa.

Los inversores han dedicado el día a digerir algunas importantes referencias macroeconómicas. El índice IFO de confianza empresarial en Alemania ha caído en el mes de marzo hasta una lectura de 90,8 puntos, frente a los 98,9 del mes anterior. Es un dato claramente peor de lo que esperaba el mercado. Se han deteriorado las expectativas empresariales. Alemania espera prescindir por completo del petróleo ruso a finales de año (cree que reducirá a la mitad sus importaciones ya este mismo verano) y ser independiente del gas procedente de Rusia en el año 2024.

Los analistas de la gestora de fondos de inversión Pimco (Pacific Investment Management Company) ha rebajado en un punto su previsión de crecimiento de las economías más desarrolladas, hasta el 3 por ciento en este año, como consecuencia de la guerra en Ucrania. Además, ha incrementado sus expectativas de inflación hasta el 5 por ciento, lo que supone elevar su anterior pronóstico en dos puntos. Los expertos de la firma destacan los elevados precios de la energía y los alimentos, el estrangulamiento de los flujos comerciales y la pérdida de confianza de las empresas y los consumidores.