Quienes hayan cobrado el Ingreso mínimo vital durante 2020 tendrán que hacer cuentas con la Agencia Tributaria. Y no sólo ellos, sino todos los miembros de la familia aunque no lleguen al mínimo. Lo dice el propio Real Decreto por el que se establece el IMV en su artículo 33 apartado f: “Los perceptores deben presentar la declaración de la renta durante los ejercicios en los que se perciba”.

Actualmente se han beneficiado de esta pensión no contributiva 160.000 familias desfavorecidas que no tendrían que hacer la declaración. El Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos ha alertado de esta particularidad, que lo ve como "una muestra de que legislar a toda velocidad sin pensar en los efectos de la norma convierte una medida populista en impopular”.

SE PIERDEN DEDUCCIONES Y OTRAS AYUDAS

Además, los Gestores administrativos entienden que sí se va a producir un perjuicio económico a esas familias porque perderán deducciones o ayudas que antes tenían. Así lo explica el presidente del Consejo de Gestores Administrativos, Fernando Santiago, a COPE “Se perderán las ayudas por ascendiente o descendiente con minusvalía a cargo"

Las madres trabajadoras con el IMV como única prestación no tendrán derecho a las deducciones por maternidad o gastos de guardería. O no se cobrarán esos 100 € o habrá que devolverlo al hacer la declaración”. Un caso práctico de lo que puede ocurrir lo encontramos en una madre soltera que ha perdido su empleo y comienza a cobrar el IMV. Tiene dos hijos que en verano trabajan como camarero o reponedor en un supermercado y cada uno ha ganado 2.000 o 3.000 € al año. "Al cobrar el IMV -dice Fernando Santiago- pierde las deducciones que tenía por esos hijos y ellos tendrán que hacer también la declaración de la Renta”. Por eso, concluye que es “absolutamente incongruente”.