Sigue moderándose la inflación pero lo hace a menor ritmo que meses atrás, el IPC baja hasta el 6,8% en noviembre, medio punto menos que en octubre, por el abaratamineto de los carburantes y la electricidad, pero ese recorte está lejos del punto y medio de baja de precios del mes pasado, la vida nos cuesta por tanto un 6,8% más que hace un año a las puertas de la campaña navideña y cuidado con el IPC subyacente, el que excluye alimentos frescos y energía, lo más volátil que de momento no baja, sube dos décimas, queda en el 6,3%.

De confirmarse el dato en un par de semanas la media anual para la subida de las pensiones en 2023 rozaría el 8,5% frente a unos salarios que subieron un 2,6% de media hasta octubre.

Según el indicador adelantado del índice de precios de consumo (IPC) publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de inflación lleva cuatro meses consecutivos a la baja, desde el máximo del 10,8 % alcanzado en julio.

En octubre los precios subieron un 7,3%, lejos del casi 11% del mes de julio.

Eso sí, la moderación en las subidas sigue sin llegar a los alimentos que crecen mes a mes y repuntaron un 15% en octubre. Los datos de los últimos dejan claro que los precios no están bajando, pero sí se están incrementando más lentamente respecto a los picos alcanzandos en junio y julio. De este modo, en octubre el IPC se quedaba el 7,3%, muy lejos del casi 11% del mes de julio, gracias al abaratamiento del gas y de la electricidad.

Sin embargo, los datos más preocupantes los seguimos encontrando en la cesta de la compra, y es que lo que no frena es la subida de los alimentos que en octubre se anotaba su mayor repunte de la serie histórica, con una subida del 15%. Unos datos que dejan claro que llegamos a las fechas navideñas con unos precios récord.

Hay que tener en cuenta que con el IPC de noviembre se va a hacer la media anual para calcular la subida de las pensiones.